EL PAíS
La sonrisa de Gabrielli
Rodolfo Gabrielli, de gestualidad económica, sonrió ayer un par de veces. Fueron varios gobernadores y algunos legisladores lo que lograron tal alquimia, cuando le expusieron a Eduardo Duhalde la necesidad de “terminar con los rumores” del desplazamiento del ministro del Interior. Juan Carlos Romero, Eduardo Fellner y Gildo Insfrán le expusieron al Presidente su acuerdo de mantener a Gabrielli al frente de la cartera. “No tenemos problemas con él; nos atiende, es respetuoso y trata de resolver los problemas”, dijo el gobernador salteño, para que lo escuchen todos. Anteayer, en sintonía con esas palabras, los diputados Carlos Alessandri y José María Díaz Bancalari le plantearon algo parecido a un importante miembro del gabinete. La andanada pro Gabrielli tuvo una intención oculta: cerrar todos los caminos al gabinete a Jorge Matzkin, a quien sus pares negaron en el pasado la chance de reemplazar a Humberto Roggero al frente del bloque. Ayer, la pinza se completó en Olivos. Gabrielli, infiel a su costumbre, sonrió. Dos veces.