EL PAíS › EXPECTATIVAS Y REALIDADES FRENTE A LA LLEGADA DE PDVSA
La ilusión del desarrollo petrolero
Por David Cufré
El desembarco de Petróleos de Venezuela (Pdvsa) en Argentina despierta expectativas de cambio en un área crucial para la economía, que sufre de los peores vicios de la concepción política menemista. Su sola llegada es un hecho auspicioso, porque el gobierno de Hugo Chávez tiene una visión estratégica en materia de hidrocarburos totalmente opuesta a la que rige en Argentina. La profundidad de las transformaciones dependerá de la voluntad de la Casa Rosada, que hasta el momento ha sido poca o nula. Quienes así opinan son dos miembros del Grupo Moreno, Gustavo Calleja y Félix Herrero, enrolados en el nucleamiento de especialistas en temas petroleros más críticos, por izquierda, del Poder Ejecutivo. Desde la otra vereda, Emilio Apud, ex secretario de Energía de Ricardo López Murphy, afirma que el mejor negocio con los acuerdos lo hace Repsol-YPF.
“Chávez es el único presidente de la región con una concepción americanista en relación a los hidrocarburos”, aseguró Calleja en diálogo con Página/12. “No es como los españoles, que vinieron a depredar, a aprovecharse de su relación con los funcionarios y jamás a invertir. Tampoco es como los brasileños, que se rascan para adentro con Petrobras”, agregó, para concluir que Pdvsa se comporta con “la lógica que tenía la YPF estatal de Mosconi, Yrigoyen y Alvear”.
¿Cómo se traducirá esa posición en hechos concretos? La respuesta, para Calleja, depende de la decisión política del Gobierno. Pdvsa, por lo pronto, “viene a jugar en serio, en primera, no a mirar de lejos como dicen algunos consultores de la city”. Herrero interpretó que el Poder Ejecutivo empieza a recuperar márgenes de maniobra en el sector petrolero, por la asociación de Enarsa con la empresa venezolana, pero, otra vez, el grado de avance estará marcado por su propia vocación de cambio.
“Todo lo que vaya en dirección de recuperar la renta petrolera es positivo”, señaló Herrero. “Sería ideal que Pdvsa y Enarsa inviertan en una destilería propia, que Enarsa actúe como una auténtica empresa estatal para que la renta quede en el país, para que recupere los yacimientos y crezca en exploración”. Sin embargo, tanto Herrero como Calleja advirtieron que hasta el momento el rol de la compañía estatal está desdibujado.
“Si Enarsa va a pagar su participación en la sociedad con Pdvsa con utilidades futuras, su intervención tiende a ser menor. Con un capital de 30 millones de dólares no sirve. Si no le adjudican las áreas petroleras que privatizó Menem las posibilidades de crecimiento están acotadas”, describió Calleja.
La asociación con Repsol-YPF es vista por estos especialistas como un paso necesario para ingresar al mercado argentino, en el marco de un plan de integración energética para la región. Herrero destacó, además, que la compra de Rhasa y la asociación con Ancap para las estaciones de servicio de Sol Petróleo “permitirá recuperar dos empresas que están muy atrasadas tecnológicamente”. “La llegada de Pdvsa –concluyó– nos acerca a la posibilidad de tener un desarrollo petrolero, que hasta ahora con Enarsa no está ocurriendo.”
Apud, del partido Recrear, analizó el arribo de la petrolera venezolana desde otra óptica. Sostuvo que, antes que nada, es un gran negocio para Repsol-YPF, que logra penetrar en áreas de exploración muy atractivas en el país caribeño. En el mercado interno, en tanto, “el Gobierno refuerza la política de control de precios que ya tiene pactada con Repsol-YPF”. La empresa lo acepta como plataforma para otros negocios.