EL PAíS › APROBARIAN LA CLAUSULA DE ADAPTACION COMPETITIVA
La decisión final en suspenso
El gobierno brasileño dará hoy una señal de hasta qué punto está dispuesto a avanzar en la profundización del Mercosur. Su Cancillería enviará una contrapropuesta a la iniciativa argentina de crear un mecanismo de regulación del comercio que evite daños a sectores industriales. El tema será el eje de la próxima cumbre entre los presidentes Néstor Kirchner y Lula da Silva, que tendrá lugar pasado mañana en Foz de Iguazú. Desde Brasilia llegaron indicios claros de la voluntad de acordar. Sin embargo, el poderoso lobby de los industriales paulistas está haciendo todo lo posible por torcer el rumbo de las negociaciones.
Hace algo más de un año, Roberto Lavagna se encargó de elaborar una propuesta para equilibrar el intercambio comercial de bienes industriales entre Argentina y Brasil. La denominó Cláusula de Adaptación Competitiva (CAC) y establece que frente a un aluvión de exportaciones de un país al otro, el perjudicado podrá imponer restricciones al ingreso de esas mercaderías de manera unilateral. También contempla que el mecanismo podrá utilizarse ante la sola comprobación de que existe una amenaza de daño a algún sector fabril, aunque ésta todavía no se haya producido.
El gobierno brasileño nunca respondió formalmente, lo que en la práctica significó su oposición a la iniciativa. Ante esa actitud, la administración Kirchner endureció como nunca la relación con el principal socio del Mercosur en el terreno comercial. En la Cancillería atribuyen a esa dureza el hecho de que ahora Brasil esté dispuesto a negociar.
En las últimas semanas hubo un intercambio de ideas a nivel técnico, y hoy el gobierno brasileño enviará su última versión del documento. Si es aceptada por Argentina, Kirchner y Lula firmarán el acuerdo pasado mañana. En caso de no llegar a un entendimiento en esta oportunidad, se buscará alcanzarlo antes de la próxima cumbre de presidentes del Mercosur, el próximo 8 de diciembre en Montevideo.
La Federación de Industrias de San Pablo (Fiesp) se reunirá hoy con el gobierno de su país para pedirle que no suscriba la CAC. Como a esta altura eso parece difícil, los empresarios buscarán limitar el alcance del convenio con restricciones técnicas. De allí la expectativa argentina por conocer cuál será el nuevo documento que enviará Itamaraty.
La principal apuesta de la Fiesp es crear un tribunal arbitral que decida si las restricciones pueden aplicarse o no. En la práctica, serviría como un freno burocrático a la posibilidad de aplicar restricciones comerciales. Argentina elevó el último jueves a Brasilia su versión de cómo debería funcionar ese cuerpo. En este caso, el sentido es el contrario, ya que el tribunal quedaría como una institución sin peso real. El gobierno brasileño responderá hoy a unos y otros.