“Uruguay y Argentina han sido, son y serán hermanos, además de vecinos”, declaró ayer Tabaré Vázquez. “Estoy seguro de que en muy poco tiempo encontraremos los mecanismos para superar esta instancia no deseada por nadie.” El presidente uruguayo respondió así a las palabras que Kirchner le dirigió la semana pasada en la apertura de las sesiones del Congreso, cuando llamó a suspender por 90 días la construcción de las papeleras para hacer un estudio de su impacto ambiental.

A pesar del tono de distensión de Vázquez, la Secretaría de Prensa de la presidencia uruguaya aseguró que “no habrá reunión” de Vázquez con Kirchner este fin de semana, cuando coincidan en Chile para la asunción de Michelle Bachelet.

Voceros de la administración oriental ratificaron por otra parte que “todo es motivo de diálogo, pero a partir de que se levanten los cortes de rutas y se respete la continuidad de las obras”.

“Entre las cuestiones que están planteadas, sobresale el respeto a la seguridad jurídica, de la cual Uruguay quiere ser extremadamente respetuoso. Nos comprometimos con las empresas –Botnia y Ence– y debemos cumplir”, expresaron las fuentes uruguayas.