Mientras los gobiernos de Argentina y Uruguay tratan de reanudar las negociaciones truncas por las papeleras, nuevos actores sociales empiezan a autoconvocarse para dar pelea en la lucha ambiental. Así fue el contenido del “Primer Foro Interregional contra las Multinacionales Contaminantes” que se hizo el fin de semana en el Hotel Bauen. Ambientalistas de varias regiones del país, Chile y Uruguay expusieron sus experiencias y conclusiones de esa lucha: los uruguayos plantearon su preocupación por la “furiosa campaña xenófoba” que se generó del otro lado del Río de la Plata tras el conflicto por las pasteras; los chilenos denunciaron el exterminio de una colonia de 6000 cisnes de cuello negro ocasionado por la contaminación de una papelera en Valdivia, y los bonaerenses de Quilmes expusieron cómo lograron que la Justicia obligue a la papelera Massuh –principal exportador de pasta celulósica– a cerrar su planta “por contaminación”.

Un foro de Internet para debatir la resistencia de los asambleístas entrerrianos a la instalación de las plantas de Ence y Botnia terminó en un encuentro regional que reunió a 228 representantes de 28 organizaciones ambientalistas el sábado pasado en el porteño Hotel Bauen. Hasta allí llegaron los vecinos de Gualeguaychú y Colón, los ambientalistas uruguayos de Guayubira; los chilenos de la Fundación Oceana; vecinos de La Boca que luchan contra el polo petroquímico de Dock Sud; de las provincias de Tucumán (Tafí del Valle) y Catamarca (Andalgalá) que resisten la “mega explotación minera contaminante” y organizaciones bonaerenses que tienen un pelea abierta contra la planta atómica de Ezeiza y el Ceamse.

Los representantes uruguayos del Movimiento 26 de Marzo (integrante del Frente Amplio) y el grupo Guayubira plantearon su preocupación por “la furiosa campaña xenófoba” que se generó en su país con la “política oficial” por las papeleras y la necesidad de contrarrestarla con “mayor información, independiente”. Como respuesta, el Foro proclamó la intensificación de contactos entre las organizaciones de ambos países para evitar que la situación alcance “ribetes insospechables”, admitieron a Página/12 sus organizadores. La ingeniera ambiental chilena María Fort Zunzunegui, de la Fundación Oceana, explicó cómo la contaminación de las plantas de celulosa terminó con una colonia de seis mil cisnes de cuello negro porque “las empresas Arauco y Constitución envenenaron el Humedal de Valdivia”.

Pero quienes lograron la atención de todos fueron los de Quilmes, que lograron que la Justicia de la provincia suspendiera la actividad de la planta de la papelera Massuh “hasta que resuelva los problemas técnicos que generan contaminación”. La papelera que desde 1973 produce pasta de papel “exento de cloro” y blanqueado con “agua oxigenada” es una de las mayores exportadoras de pasta celulósica: unas 50 mil toneladas anuales. El Foro también respaldó a los asambleístas de Gualeguaychú y la decisión de sumarse a la movida del próximo 30 de abril, en el aniversario de la marcha que convocó a 40 mil personas sobre el puente San Martín cuando expusieron masivamente la gravedad del conflicto que todavía no concluyó.