“El fallo es vergonzoso. Este tribunal siempre está defendiendo a los de cuello azul, es amigo de los policías.” Eugenia Vázquez es la hermana de Andrea Viera. Hermana por vía materna. “Es un fraude, pero no llegué a este juicio sin luchar y voy a seguir luchando, para que vayan a la cárcel todos los policías que fueron absueltos y todos los que todavía no fueron juzgados.” Eugenia no pudo ni quiso ser ajena al clima que se generó luego de las cuatro absoluciones: “Jueces corruptos: ustedes asesinaron de nuevo a Andrea”. El cartel se escribió en segundos y fue levantado de cara a los miembros del Tribunal Nº 3 de Quilmes, antes que unos treinta policías desalojaran la sala por la fuerza.

Ana, una de las sobrinas de Andrea Viera, se desmayó y la sacaron en una ambulancia. Carlos Pizzone, uno de los tantos que fue a acompañar a los familiares de Viera, quiso ser detenido por la policía por intentar una pintada en la fachada de los tribunales de Yrigoyen al 400. Pizzone es hijo de un desaparecido durante la última dictadura militar. “Se quieren llevar a Carlitos (por Pizzone), pero dejan en libertad a los asesinos. ¿Estamos igual que hace treinta años?”, se preguntaba Eugenia.

La hermana de Andrea Viera dijo que el fallo de ayer “es igual al de este tribunal, cuando absolvió al policía que atacó a Carla Lacorte”. El balazo policial dejó inválida a una joven, sin explicación alguna. Carla se fue antes de oír la sentencia.