La Mesa Nacional del Partido Socialista (PS) se reunirá el martes que viene para debatir sobre la situación política que atraviesa la fuerza, afectada por la participación de tres de sus principales dirigentes en la Convención Nacional del radicalismo. La reunión estaba prevista para hoy, pero debió suspenderse debido a un viaje que ya tenía programado el presidente del socialismo, Rubén Giustiniani, justamente uno de los asistentes al encuentro radical, junto con el candidato a gobernador de Santa Fe, Hermes Binner, y el intendente de Rosario, Miguel Lifschitz. El dirigente Rubén Basteiro volvió a criticar ayer la participación, a la que consideró “inoportuna”. “Estuvieron sentados en la primera fila y fue el único partido invitado especialmente a participar de una reunión que se centró en el apoyo a la candidatura de Lavagna”, sostuvo. Basteiro y un grupo de dirigentes bonaerenses adelantaron que participarán de la reunión de la Mesa Nacional del martes para pedir explicaciones. El dirigente consideró “apresurado” que los socialistas se inmiscuyan ahora en la discusión sobre apoyos a eventuales candidaturas a presidente y que ese debate el PS ya se lo fijó para fin de año. No obstante, consideró que no hay perspectivas de alinearse con el radicalismo lavagnista.