Cuba espera que Argentina vuelva a ser un no alineado. El presidente del Congreso cubano, Ricardo Alarcón, opinó ayer que la participación de Buenos Aires en la Cumbre es un paso en esa dirección. “Esperamos que Argentina ocupe un espacio que nunca tendría que haber abandonado y que se produjo cuando el gobierno de (Carlos) Menem decidió implementar una política de relaciones carnales con los Estados Unidos”, aseguró uno de los dirigentes más importantes de la isla. Horas antes, el vicecanciller cubano, Abelardo Moreno, también había considerado que el gobierno argentino había tomado una “excelente decisión” al volver a participar en las cumbres de los Países No Alineados (NOAL). Alessandro ya había destacado el cambio que implicó la vuelta del país a las cumbres. “Se ha dejado de darle la espalda a una realidad política y social que existe entre países con realidades y necesidades diferentes pero con problemas comunes”, había afirmado el diplomático anteayer, aunque dijo que es muy temprano para hablar de un regreso pleno al movimiento. La Argentina es el único país que está participando del encuentro en carácter de invitado. Esto significa que los funcionarios argentinos sólo tendrán acceso a los actos de inauguración y de clausura. La comitiva argentina, liderada por el embajador argentino en La Habana, Darío Alessandro, no tendrá ninguna injerencia en las reuniones ni en las declaraciones finales.