Para el ministro del Interior, Aníbal Fernández, hubo “alguna suerte de mala intención o de vocación política” en la oposición cuando reclamó su interpelación en la Cámara de Diputados para responder por el escándalo de la quinta de San Vicente. “Yo no le presto atención, son cosas de la vida cotidiana del Congreso”, precisó el ministro. Según Fernández, además de la mala intención o de la vocación política de la oposición hay también “un profundo desconocimiento”. La holgada mayoría del Frente para la Victoria en la Cámara baja le permitió al oficialismo rechazar el miércoles el pedido de las bancadas de la UCR y del PRO.