El representante de temas ambientales de la Cancillería, Raúl Estrada Oyuela, dio por descontado que el Banco Mundial aprobará el martes el crédito para la planta de celulosa de Botnia en Uruguay. “La CFI (Corporación Financiera Internacional) no está creada para proteger el ambiente, sino para hacer negocios particulares y este es su objetivo principal. Basta leer el comunicado que produjo, que parece un aviso comercial de Botnia, para ver que hay una fuerza puesta en sacar adelante este proyecto, que consideran importante”, señaló el funcionario.

El directorio del Banco tiene en la agenda de su próxima sesión el tratamiento del tema. Botnia tiene pendiente la aprobación de un crédito por 170 millones destinado a la construcción de la planta y otro por 350 millones que usará para crear una garantía contra “riesgos políticos”. Los préstamos son considerados clave porque lo que haga el Banco Mundial funcionará como una señal para la banca privada.

Estrada Oyuela consideró que la aprobación del préstamo será “un error que va a tener consecuencias complicadas” pero “no es la primera vez que el Banco se equivoca”.

El funcionario señaló, por otra parte, que “después de la aprobación del crédito, la Corporación Financiera Internacional (CFI) sigue un proceso de observación para ver de qué forma se ejecuta el préstamo”, y anticipó que para la Argentina quedan por eso algunas instancias de seguimiento “sobre esta vigilancia”.

El Banco Mundial, por pedido de la Argentina, postergó el miércoles pasado por seis días la votación de los créditos. El representante argentino ante la entidad, Alberto Camarasa, usó el derecho que permite a cada director suspender, por una sola vez y hasta la próxima sesión del directorio, la discusión de un tema. El debate pasó así para el próximo martes.

La secretaria de Ambiente de la Nación, Romina Picolotti, reconoció, por su parte, que la suspensión “ayuda a la negociación (iniciada por el rey de España) pero no es el objetivo final, que es el congelamiento de los créditos hasta que se resuelva el conflicto”.

Picolotti agregó que “el Banco Mundial debería dar la chance a este espacio diplomático” creado a partir de la gestión de la corona española como facilitador del diálogo entre Argentina y Uruguay “antes de tomar una decisión”.

Botnia ya tiene construida en más de un sesenta por ciento la planta de Fray Bentos. El objetivo de la empresa es hacerla entrar en funcionamiento en octubre del año próximo. La fábrica será una de las mayores del mundo, con una capacidad de producción de un millón de toneladas de pasta de celulosa por año. En septiembre, el gobierno uruguayo la habilitó para usar el doble de agua del río que lo previsto inicialmente; Botnia podrá utilizar así un caudal equivalente al que se ve en el Riachuelo en el puente de La Noria.