El Senado ascendió al grado de coronel a Bernardo Alberte. No se trataba de un ascenso más de los muchos que se votaron ayer. El titular de la Comisión de Acuerdos, el chubutense Marcelo Guinle, destacó la trayectoria de este militar que supo ser edecán de Juan Domingo Perón y que a las pocas horas del golpe de Estado del 24 de marzo de 1976 fue arrojado por una patota militar desde el sexto piso de su departamento.

En el pliego que fue enviado al Senado, el presidente Néstor Kirchner y la ministra de Defensa, Nilda Garré, señalaron que se trataba de “un acto de reparación histórica y moral para quien, a lo largo de toda su vida, evidenció una activa participación a favor de las instituciones republicanas”. Guinle recordó que, horas antes de su asesinato, Alberte había enviado una carta al entonces jefe del Ejército Jorge Rafael Videla. Allí señalaba que en medio de enfrentamientos militares eran asesinados muchos militantes peronistas sin que “las fuerzas del orden tomen conocimiento”.