EL PAíS
Tesorero en versión light
No fue el mismo Paul O’Neill que desde Washington lanzaba diatribas descalificadoras hacia los políticos y empresarios argentinos. En la conferencia de prensa que ayer el secretario del Tesoro estadounidense ofreció junto al ministro de Economía, Roberto Lavagna, utilizó un tono muy mesurado y hasta se esforzó por elogiar al gobierno local. Fue casi una gentileza de visitante asegurar que “los líderes del gobierno tienen una clara visión de lo que debe hacerse para lograr el crecimiento sustentable”. Y sonó como impostado cuando, en su declaración inicial, calificó de “positivas” las negociaciones que Buenos Aires lleva adelante con el Fondo Monetario Internacional. Sin embargo, le resultó más difícil responder si, a semejanza de lo que hizo respecto de Brasil, recomendaría invertir en la Argentina. “Sí”, fue la lacónica respuesta que, de todos modos, arrancó una sonrisa de alivio a Lavagna. Pero, a renglón seguido, añadió las cosas que debería hacer el país para atraer inversores: “estabilidad de reglas”, destacó. Reclamó seguridad jurídica, la mayor demanda que dijo haber oído de boca de todos los empresarios que entrevistó.