El primer interesado en conseguir el respaldo del líder de PRO, Mauricio Macri, se encontraba ayer de gira por Jujuy, Salta y Tucumán. Metido de lleno en su rol de presidenciable, Ricardo López Murphy recorrió el Noroeste argentino con sus candidatos, asistió a conferencias con “las fuerzas vivas de la sociedad” y hasta dio una clase ante más de un centenar de dispersos alumnos de un colegio secundario de Salta. “Estoy bajando del Noroeste como en la marcha de la victoria. ¡¡Se viene el Bulldog!!”, aseguró, más que efusivo, en diálogo con Página/12. Poco quiso decir, en cambio, de la ambigüedad y la parcialidad del apoyo que le dio el Jefe.

–¿Cómo tomó el respaldo de Macri a su candidatura?

–Muy bien. Me pareció bueno, positivo, constructivo. Yo siempre dije que me iba a apoyar y ocurrió lo que yo decía. Pueden titular: “López Murphy acierta siempre”.

–Sin embargo, fue un apoyo en un solo distrito...

–Todo apoyo me parece bien. Ahora nuestro problema es agrupar cada vez a más gente para que crea en esta alternativa. Vamos para adelante, que se viene el Bulldog.

–Pero, ¿por qué un apoyo sólo en la Capital y no a nivel nacional?

–El me llamó y me dijo: “Ricardo, vamos con todo. Ya saco la banderita de López Murphy presidente”.

–Y, de paso, ¿le explicó por qué no sacó la banderita también en los otros distritos?

–Mire, con el lío que tenemos, con la debilidad que hemos creado con la crisis energética, la gente está diciendo más que nunca López Murphy presidente. En su discurso, Cristina no se refirió al financiamiento internacional, a la crisis, a los temas que son realmente importantes. ¡Se viene el debate!

–¿Realmente cree que se viene el debate con Cristina?

–Ojalá... Tomemos las cosas con humor, que para tristes ya los tenemos a los Kirchner.

–¿Por qué cree que Macri tardó tanto en decidir apoyarlo, si los dos tienen una coalición desde hace años?

–No sé. Ocupémonos de los temas relevantes.

–Macri dijo que la oposición falló al intentar lograr una candidatura unificada. ¿Usted está de acuerdo?

–Estamos de acuerdo en ese punto. Era el argumento de las famosas cartas que les mandé a Lavagna y Carrió.

–Hablando de Lavagna, ¿qué ocurre si en otros distritos los macristas deciden ir con él? ¿No sería contradictorio que PRO divida sus apoyos según el lugar?

–No sé, qué sé yo. No es mi problema. ¿Usted cree que los problemas se arreglan con el kirchnerismo light en vez del kirchnerismo puro?

–Esa pregunta se la tendría que hacer a ellos, en todo caso.

–Por eso, hágansela. A todos los que vienen, les digo bienvenido y les doy un abrazo. Por los besos todavía no se me dio.