Los abogados querellantes en el juicio contra el ex capellán de la Policía Bonaerense durante la dictadura, Christian Von Wernich, tuvieron pequeñas diferencias al pedir la condena durante el alegato. El representante de los hijos del periodista Jacobo Timerman pidió “reclusión perpetua” sin acceso al arresto domiciliario, al igual que el representante de la Secretaría de Derechos Humanos, quien añadió que debía cumplirla “en una cárcel común”. Las letradas de la organización colectiva Justicia Ya! pidieron la misma condena, pero reclamaron que se modifique la calificación y se lo impute por el delito de genocidio.

El abogado Alejo Ramos Padilla, patrocinante de los Timerman, definió a Von Wernich en su alegato como un “investigador vestido de sacerdote”, que era “parte del grupo itinerante que recorría los centros clandestinos de detención. Era parte de la tortura”. Aludió también al ensañamiento que sufrió el entonces director del diario La Opinión por su condición de judío. Así, pidió al Tribunal la condena de “reclusión perpetua”, a la vez que solicitó se le impida el acceso al beneficio del arresto domiciliario, ya que el sacerdote estará en condiciones de pedirlo dentro de siete meses, cuando cumpla 70 años.

Mientras Luis Alen, en representación de la Secretaría de Derechos Humanos, se sumó al pedido de Ramos Padilla, pero con cumplimiento en “cárcel común”, Miryam Bregman, una de las seis abogadas querellantes por Justicia Ya!, pidió además cambiar la carátula y que se tenga en cuenta al cura “como autor de genocidio. No es partícipe, es autor y pieza clave del genocidio. Es un engranaje más en una única maquinaria represiva que actuaba en el país”. Roberto Bugallo, patrocinante de la familia Moncalvillo, también argumentó a favor de la condena por genocidio, pero con prisión perpetua, al igual que los representantes legales de la APDH y la CTA, quienes sumaron el agravante de “traición a la patria”.