Atrás quedaron los días de gloria de Juan Carlos Blumberg, que en un momento parecía el candidato cortejado por todos los partidos de oposición y hasta por el oficialismo. El hombre que movilizó decenas de miles de personas conmovidas por el secuestro y asesinato de su hijo Axel y su convocatoria a la mano dura apenas logró rozar el 1 por ciento como candidato a gobernador bonaerense por la alianza Vamos que encabezaron Jorge Sobisch y Jorge Asís. Las primeras encuestas que lo testearon en la provincia anunciaban que Blumberg podía acercarse al 20 por ciento de los votos, con lo cual se convertía en una gran catapulta para enviar diputados al Congreso. Había comenzado a negociar su candidatura con Mauricio Macri, cuando se reveló que no era ingeniero. En su estrategia de planchar a quien pudiera opacarlo, Macri aprovechó para darle el esquinazo. Blumberg recaló así con Sobisch y ayer votó en una escuela de Martínez. Curiosamente, en los padrones todavía figuraba con el infausto título de ingeniero. Tras la derrota, ni siquiera se acercó al bunker de Sobisch en el Sheraton.