La abogada colombiana Luisa Cabral es directora del Programa Legal Internacional del Centro de Derechos Reproductivos, de Nueva York. Desde esta ONG ha sido pionera en denunciar ante comités internacionales de monitoreo de los derechos humanos casos relacionados con la negación del acceso al aborto no punible, en los que ha obtenido resoluciones favorables. En una entrevista de Página/12, Cabral explicó los alcances de este tipo de fallos. “Estos casos sientan jurisprudencia internacional, pero también contribuyen a cambiar el discurso de los derechos humanos, para que las leyes y la normativa internacional también cobije y proteja a las mujeres, y pueda tener un impacto en sus vidas. Estos casos están siendo utilizados y citados en casos alrededor del mundo donde están ocurriendo las mismas violaciones”, destacó la abogada, en una conversación telefónica.

–Uno de los casos que llevó al Comité de Derechos Humanos de la ONU fue el de una adolescente peruana, de 17 años, a la que le impidieron interrumpir un embarazo de un feto anencefálico. ¿Cuál fue la resolución del organismo?

–En el caso KL vs. Perú, el Comité estableció en 2005 que el haberle negado el acceso a un aborto terapéutico a una chica embarazada con un feto anencefálico constituyó una violación al derecho a estar libre de tratos crueles, inhumanos y degradantes, al derecho a la privacidad y a la protección especial que merecen las menores, bajo el Pacto de Derechos Civiles y Políticos. Básicamente, el Comité envió un mensaje bastante fuerte a los Estados: les dijo que deben garantizar acceso al aborto legal, o de lo contrario están violando derechos humanos.

–¿Qué cambios se introdujeron en Perú a partir del pronunciamiento del Comité?

–Ha generado un movimiento de exigencia al Estado de servicios de salud reproductiva y del cumplimiento de la decisión. Desafortunadamente grupos muy conservadores se oponen a que el gobierno cumpla con sus obligaciones internacionales, y seguimos trabajando para que se indemnice a KL y se emitan regulaciones para que esto no vuelva a suceder.

–Llevó otro caso a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, el de Paulina, una niña de 13 años, de México, embarazada como consecuencia de una violación, a quien también le negaron un aborto no punible...

–Este caso fue resuelto mediante un acuerdo de solución amistosa en el que el gobierno mexicano aceptó responsabilidad, indemnizó a Paulina y emitió una serie de directivas orientadas a garantizar el acceso al aborto en los casos permitidos por la ley. El caso también contribuyó a cambiar los términos del discurso en torno del aborto: desde una posición puramente centrada en la opinión de la religión católica hasta un debate de derechos humanos. La dignidad de las mujeres estuvo en el centro del debate y fue factor importante que luego ha posibilitado, por ejemplo, la apertura que conllevó a la despenalización del aborto en Ciudad de México.