El juicio por la apropiación de María Eugenia Sampallo es el primer proceso que hace el Tribunal Oral Nº 5 después de la muerte del represor Héctor Febres, encontrado envenenado en el cómodo departamento que hacía de celda en la sede de Prefectura en el Tigre. El fantasma del acusado muerto sin sentencia recorrió un par de veces la audiencia de ayer. “Cristina me llamó y me dijo que Osvaldo estaba detenido y que estaba bien porque estaba en Prefectura”, dijo una de las testigos según una de las declaraciones leídas ayer. Algunos de los presentes sonrieron, a otros les pasó un escalofrío por el cuerpo. Prefectura era la fuerza encargada de “vigilar” al represor de la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA) al que, según la jueza Sandra Arroyo Salgado, mataron para que no hablara. La otra referencia estuvo a cargo del defensor oficial de los apropiadores, Víctor Valle. Al reclamar que no se incorporara una declaración por lectura, el abogado mencionó el anterior juicio del mismo tribunal: “La causa Febres, que, como ya sabemos, terminara de una manera abrupta”, refirió.