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El folklorista Gerardo López, la voz fundadora de Los Fronterizos, murió en la ciudad de Córdoba, luego de padecer cáncer durante largo tiempo. Su velatorio y sepelio se realizaron ayer en Unquillo, donde el músico, que tenía 68 años, había elegido radicarse con su numerosa familia, integrada por varios hijos, nietos y bisnietos.
López fundó Los Fronterizos en 1953 junto a Carlos Barbarán y Emilio Solá, a quien luego reemplazaron Eduardo Madeo y Juan Carlos Moreno. En 1956, con el ingreso de César Isella, el grupo dio un vuelco importante. El debut del grupo en Buenos Aires antecedió a lo que se conoció como el boom del folklore de los ’60, con una estructura armónica novedosa y una forma estética vanguardista en muchos aspectos. El músico y antropólogo Ariel Gravano, integrante del Quinteto Tiempo, recuerda en su libro El silencio y la porfía: “La carrera de Los Fronterizos es, al principio, algo dura. Cuesta al ambiente ‘entendido’ de ese entonces aceptar esos timbres que asemejaban a la quena, esos solos de bajo, esas combinaciones de onomatopeyas, esos coros a tres voces. Se oye decir que ‘eso no es folklore...”.
Con Los Fronterizos López grabó la primera versión de La misa criolla, junto a Ariel Ramírez, Jaime Torres, Eduardo Falú y Domingo Cura, cuarenta años atrás. En la década del ’70 llegarían la separación y el litigio entre López y Moreno por la tenencia del nombre del conjunto, que finalmente obtuvo Moreno. López formó entonces su propio grupo, Las voces de Gerardo López, con el que siguió actuando en festivales de todo el país.
“Hace cuatro años cantamos La misa criolla en Córdoba, eso fue lo último que hicimos juntos. Con Ariel Ramírez y Eduardo Falú justo estábamos comentando que se cumplían cuarenta años desde la grabación de La misa criolla, y pensábamos hacer un homenaje a la obra”, contó César Isella a la agencia Télam. “El hermoso negro Gerardo López fue un hombre con mucha historia y muy querido por la gente, no sólo en Argentina, sino también en toda Latinoamérica y en España, desde donde siempre venían a visitarlo”, recordó Isella.