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En las paredes del salón Arturo Illia del Senado de la Nación, los cuadros muestran gestos adustos de varios presidentes del siglo XIX, iluminados por una araña inmensa. Sin embargo, en el mediodía de ayer hubo más brillo en ese salón que da a la Plaza de los Dos Congresos, debido a los reflectores de los canales de televisión: músicos, productores de espectáculos y un grupo de senadores de distintos partidos anunciaron la presentación de un proyecto de ley para que se exima del IVA a las entradas a los conciertos. “El sector está en una situación alarmante”, explicó León Gieco. “Para hacer un espectáculo rentable tendríamos que ser todos como la Bersuit, que llena siete funciones en el Luna Park. Pero no todos los artistas son así. Nosotros somos conocidos y venimos a poner la cara, pero en realidad pensamos en los que recién comienzan. Un artista que en este momento quiere hacer un teatro Opera, no puede: si las últimas diez filas no se llenan, eso directamente es pérdida.” De la reunión también participaron los músicos Víctor Heredia, Alejandro Lerner, Los Nocheros y Diego Frenkel, los productores Héctor Cavallero, Horacio Nieto, Pablo Hortal y Claudio Gelemud y los manager Killing Castro (Divididos) y Pocho Rocca (Los Piojos).
El slogan “Porque la música tiene derecho a igualdad ante la ley” presentado por la Cámara de Empresas Argentinas de la Cultura y del Espectáculo (Ceace) hace referencia a que el resto de las expresiones culturales están exentas del IVA. La música también lo estuvo históricamente hasta 2001, cuando Domingo Cavallo usó sus superpoderes para ampliar el régimen del impuesto. “Luego eso fue reparado por decreto para el teatro y otras expresiones artísticas, pero la música quedó afuera”, recordó la senadora Vilma Ibarra, autora del proyecto de ley. “Como se entendieron los problemas que esto le generaba al sector, se hizo un plan de competitividad, pero luego esos planes finalizaron y el espectáculo musical quedó en una situación de absoluta inequidad con respecto a las demás expresiones culturales.”
La senadora explicó también que, por la situación económica de los espectadores, el IVA nunca se había trasladado a los precios de las entradas, y aseguró que eso había generado un serio problema en el sector. “Se trata de una actividad que cumple con impuestos municipales, provinciales y a las ganancias, y tiene que pagarle al intérprete, al autor, las salas, el sonido y la iluminación”, continuó. “El agregado del IVA, además de ser inequitativo, empezó a afectar el desarrollo de la música, sobre todo en el interior del país. Es muy importante desarrollar el espectáculo musical en el interior, por lo que moviliza a las demás industrias. Nosotros tomamos a la música como una expresión cultural que tenemos que defender, pero también como una industria cultural que promueve la gastronomía, la hotelería, el trabajo de iluminación, de sonido, el transporte y los medios de comunicación.”
Víctor Heredia aportó claridad porque le puso números al problema de encarar espectáculos musicales. “Antes de abrir la puerta, un show tiene que hacer un gasto del 50 por ciento de lo que supuestamente se va a recaudar”, afirmó. “El alquiler de una sala, en cualquier lugar del país, está entre el 25 y el 30 por ciento. A eso hay que sumarle los impuestos municipales, que van desde el 7 al 12 por ciento. Como trabajadores de la música debemos cumplir con el requisito del 12 por ciento justamente estipulado para quienes son autores y compositores, que es el que recauda Sadaic. Y hay que agregar los costos de traslado, que son muy grandes si el grupo tiene muchos integrantes. Si a esto se le agrega el IVA, es imposible arrancar ningún espectáculo si no es desde la pérdida. Esto atenta sustancialmente contra la intención de repartir y enriquecer culturalmente a todo el territorio de la Nación. Y lo digo para que no se despierte ninguna suspicacia y se suponga que los artistas consagrados estamos tratando de evitar un impuesto.” Entonces León Gieco apoyó: “Venimos a poner la cara por los artistas menos conocidos, porque es mucho más probable que nos atiendan a nosotros. Y lo único que pedimos es que los músicos no seamos discriminados respecto del resto de los artistas”.
Ante la pregunta de Página/12, Ibarra dijo que el proyecto será girado a las comisiones de Cultura y de Presupuesto del Senado. “Vamos a pedirles a los músicos y a los productores que vengan a exponer la situación del sector ante los senadores, para poder llevar el tema al recinto”, adelantó. El proyecto de ley lleva las firmas de Diana Conti (Frepaso), Gerardo Morales (Frente Cívico Jujeño), Rubén Giustiniani (socialista), Carlos Rossi (Partido Nuevo), Marcelo López Arias (justicialista, vicepresidente del Senado) y de Amanda Isidori (vicepresidente del bloque radical y presidente de la Comisión de Educación, Cultura y Tecnología). “Es un proyecto que intentamos presentar con el mayor pluralismo y consenso, por eso confiamos en poder reparar pronto una situación de inequidad para una industria y una expresión cultural argentina como es la música”, concluyó Ibarra.