En medio de un gran desorden, con gritos e insultos por parte de varios centenares de personas, en su mayoría funcionarios o empleados de la Municipalidad de Santa Rosa, la Cámara de Diputados de La Pampa aprobó la intervención total de la intendencia de la capital provincial. Esto significó la destitución del intendente Juan Carlos Tierno, a quien le encanta que le digan “Sheriff”, un controvertido personaje de la política pampeana que, de hecho, venía gobernando por decreto, ya que el Concejo Deliberante le había dado la espalda, incluyendo a muchos de los ediles del Partido Justicialista, al que pertenece. Votaron contra Tierno todos los diputados presentes, que fueron 25 de los 26 que tiene la Cámara. La única ausente fue Sandra Fonseca, justicialista y esposa de Tierno. El interventor designado, Gustavo Fernández Mendía, que era ministro de Bienestar Social, asumió ayer con la misión de “trabajar y poner en marcha el municipio”. Tiene un plazo de 180 días para llamar a elecciones para votar a un nuevo jefe comunal.

Por la noche, en las calles de Santa Rosa miles de personas marcharon “para festejar la alegría de un pueblo, que en un hecho inédito e histórico para nuestra ciudad pudo destituir a un jefe comunal fascista”, según un comunicado difundido entre los medios locales por la Multisectorial que se había formado para exigir la renuncia de Tierno. El ex intendente, luego de la sesión en la Legislatura, hizo una conferencia de prensa en la que aseguró que hubo una conspiración en su contra por parte de sus “enemigos políticos” (ver aparte). Fiel a su perfil beligerante, Tierno se fue de la reunión con la prensa luego de enfrentarse con los periodistas, a uno de los cuales, Walter Goñi, director de El Diario de La Pampa, no le respondió una pregunta porque lo considera “un conspirador” por haber cuestionado muchas de las medidas que tomó el ex intendente durante su corto mandato de tres meses.

Martha Pelloni, luego de una controversia pública con Tierno, en el año 2005, cuando él era ministro de Gobierno, Justicia y Seguridad del ex gobernador peronista Carlos Alberto Verna, lo llamó “el Juan Carlos Blumberg de La Pampa”. Tierno, que fue menemista y asesor de la Comisión de Presupuesto y Hacienda del Senado nacional durante el gobierno de Carlos Menem, tuvo su primer enfrentamiento con buena parte de la sociedad pampeana en marzo de 2005. En esa fecha hizo aprobar por la mayoría automática del peronismo de entonces, en la Legislatura pampeana, una norma que habilitaba a los fiscales a perseguir penalmente a los padres por delitos o infracciones cometidos por sus hijos menores de 18 años.

En una ocasión, en la localidad de Guatraché, Tierno, siendo ministro, hizo cerrar un bar –sin consultar al intendente local– porque supuestamente vendía alcohol a menores e invitó a boxear al dueño del local. A pesar de su controvertida personalidad, llegó a ser candidato a intendente de Santa Rosa, avalado por el ex gobernador Verna. Además de contar con denuncias por violencia familiar publicadas por este diario, desde que asumió la intendencia Tierno había renovado sus medidas drásticas, como las de obligar a los comerciantes a poner cámaras de televisión en las pistas de baile o cobrarles multas de hasta 12 mil pesos a los padres de adolescentes con problemas de adicciones, en caso de que se demostrara alguna responsabilidad de ellos en esa situación.

La intervención del municipio llegó luego de la creciente movilización en contra de Tierno y de la violenta represión policial de manifestantes, el sábado pasado, frente al Concejo Deliberante. Esto obligó a la renuncia del ministro de Gobierno, Justicia y Seguridad, Rodolfo Gazia, y acto seguido, el gobernador Oscar Mario Jorge, que antes había apoyado a Tierno, resolvió dictar el decreto para intervenir la comuna. Ayer fue aprobado por la Legislatura, en un recinto copado por 120 seguidores de Tierno, apoyados por un número similar que había quedado en la calle y que arrojó matafuegos y otros proyectiles contra la policía. Periodistas pampeanos confirmaron a este diario que “la mayoría de los manifestantes eran funcionarios, empleados o miembros de la Policía Comunitaria”, otra de las polémicas creaciones de Tierno.

La sesión en la Legislatura fue tan desordenada, en medio de gritos, silbidos e insultos de la barra, que los 25 legisladores tuvieron que votar por escrito porque no podían hacerse escuchar. La intervención del municipio fue calificada de “extrema y lamentable” por el gobernador Jorge. Ahora, en un plazo de 180 días, la intervención tiene que convocar a nuevas elecciones.

Al ex intendente Tierno le decían el “sheriff” porque además de crear la Policía Comunitaria, con 300 miembros hechos a la medida del jefe comunal, solía recorrer personalmente los comercios para disponer polémicas clausuras o simplemente semblantear la ciudad por las noches. Le dijo a Página/12, durante un reportaje, que el “control social” era su objetivo y que de acuerdo con su óptica, “la nocturnidad es un ámbito en el que si no hay prevención y control, hay riesgos totales”.

Su creciente autoritarismo lo hizo enfrentarse con el Concejo Deliberante, que dejó de votar sus ordenanzas. Por ese motivo, siempre por decreto, aprobó el presupuesto municipal, cerró el Centro Cultural, aumentó las tarifas públicas el 49 por ciento y las multas de tránsito en más del mil por ciento, y prohibió que los menores de 12 años circulen en bicicleta, entre otros despropósitos.