Tener una Presidenta elegida por el voto popular otorga al Día Internacional de la Mujer un significado especial: demuestra que la lucha por la Verdad, la Justicia, los Derechos Humanos y la participación política acompañan el acceso de las mujeres al poder y abre una oportunidad histórica a la equidad de género. Se han hecho visibles —y públicas—, temáticas que históricamente eran consideradas del ámbito privado (violencia, acoso laboral, responsabilidades familiares compartidas) y se han poblado de mujeres ámbitos tradicionalmente masculinos. La Corte Suprema de Justicia, ministras en Defensa, Salud y Desarrollo Social. Las edecanas Presidenciales. La ley de cupos permite redondear un 40 por ciento de legisladoras nacionales.

Encontramos la problemática de la discriminación de la mujer en el corazón mismo de las injusticias sociales: mujeres que crían solas a sus hijos, trabajo sin valoración social, falta de acompañamiento en el cuidado de la salud reproductiva, precariedad laboral, víctimas de violencia en el hogar, de trata y de violencia sexual.

Un Estado que vuelve a decir presente acompaña la construcción solidaria de las mujeres y asegura equidad previsional, que incluyó más de dos millones de adultas mayores en la seguridad social y a más de doscientas mil trabajadoras domésticas en el trabajo registrado, pensiones a la vejez y para madres de siete hijos, Consejo de Políticas de Género en Defensa y desde el Consejo Nacional de la Mujer hemos multiplicado planes, programas, intervenciones territoriales y presupuesto para las políticas de equidad. Mucho hemos recorrido, mucho falta por recorrer para que los derechos de las mujeres no queden en el papel.

- Presidenta del Consejo Nacional de la Mujer.