El volcán Chaitén volvió a emanar nubes de cenizas grisáceas ayer, que volvieron a cubrir de cenizas a la ciudad de Esquel. Mientras, al cielo porteño llegó ayer otra nube desde el otro lado de la Cordillera de los Andes en forma de pequeñas partículas y a unos 3500 metros de altura, con rumbo al Atlántico. En Chubut, la lluvia de cenizas comenzó a provocar daños económicos en la ganadería, los cultivos y el turismo de la región. Al respecto, el gobernador de Chubut, Mario Das Neves, advirtió que las cenizas “afectan al 60 por ciento de la provincia y dos millones de los 4,7 millones de vacunos con que cuenta la región también sufrieron daños”. “Veníamos castigados con la sequía, ahora con la ceniza”, se lamentó.

Mientras tanto, el Chaitén continuó inestable. “La erupción ha continuado con las mismas características, con ciclos de explosión, pero básicamente dentro de una cierta regularidad, sin cambios relevantes”, observó el geólogo Luis Lara, desde Chile. Lara destacó que a partir de esta situación, un escenario posible sigue siendo “el colapso total, lo cual significa que ese material impulsado hacía arriba descienda bruscamente y se desplace por los valles”. “Ese es el escenario más extremo”, remarcó. Añadió que “la otra posibilidad es que vaya ocurriendo escalonadamente, sin que se produzcan estas oleadas piroclásticas”.

El volcán, ubicado a 10 kilómetros del pueblo, mantiene la fuerte actividad eruptiva que inició hace una semana, según la Oficina Nacional de Emergencias (Onemi).

En Chile, las autoridades cerraron los accesos a Chaitén. Sólo quedaban animales tras la evacuación de sus más de 4000 habitantes. Los últimos habitantes que se resistían a la evacuación fueron retirados por la fuerza el jueves, aunque no pasó lo mismo con unas 600 mascotas y varios miles de animales, que permanecen en el poblado. La erupción del volcán provocó el desplazamiento de más de 5000 personas. Además de los habitantes de Chaitén, unos 1000 pobladores de Futaleufú –a 70 kilómetros– fueron también evacuados.

El Servicio Meteorológico Nacional (SMN) informó que el volcán chileno tuvo otra erupción, cuya nube de cenizas se desplazó hacía Chubut, Neuquén y Río Negro. La nube, además, llegó a territorio bonaerense y a la ciudad de Buenos Aires.

En Los Cipreses, un paraje fronterizo de Chubut, a unos 70 kilómetros del Chaitén, sus habitantes advierten más trastornos con el paso de los días. “Pagué 150 pesos a los bomberos para que me llenaran el tanque de agua porque las autoridades no enviaron nada por aquí”, se quejó Jorge Jordán, un productor rural de 52 años. “Yo escuché a los animales tosiendo y los primeros días después de la erupción del volcán no comían ni tomaban agua de los ríos”, contó Susana Ledesma.

Por otra parte, vecinos de El Bolsón y Esquel comenzaron a ofrecer ayer a través de Internet cenizas del volcán, que caen en esas localidades, a precios que van de 5 a 10 pesos. “Auténtica ceniza del volcán Chaitén. ¡¡¡Pureza extrema!!! Caída en El Bolsón el 6 de mayo y recolectada por expertos cosechadores de cenizas. ¡¡¡No deje pasar esta oportunidad!!! ¡¡¡Oferte ya!!!”, ofrece un vendedor a 10 pesos frascos de 400 gramos.

Durante la mañana, la nube de cenizas volvió a complicar el tránsito aéreo. En Ezeiza, American Airlines (AA) y United Airlines cancelaron en la mañana vuelos que tenían previsto hacia Miami, Nueva York, Chicago y Dallas por las cenizas volcánicas. Mientras, en el Aeroparque porteño Jorge Newbery fueron cancelados a las 7 un vuelo a Trelew, Chubut, y otro a Bahía Blanca. Un vuelo para las 10.50 hacia Bariloche también fue cancelado. Ya en la tarde, en Aeroparque los vuelos hacia Trelew, Ushuaia, Viedma y Río Gallegos operaban con normalidad, salvo los que partían hacía Esquel, cuyo aeropuerto se encontraba cerrado.

Del otro lado del Río de la Plata, las aerolíneas Pluna y AA también cancelaron por las cenizas tres vuelos que tenían previsto partir hacía Buenos Aires y Miami. En ese país, la Dirección Nacional de Meteorología informó que no existe una alerta por una eventual llegada de cenizas.