El abogado del ex jefe de Inteligencia santiagueño Antonio Musa Azar solicitó la absolución de su cliente en el juicio por el doble crimen de La Dársena, al considerar que no hay pruebas ciertas en su contra y que “todos fueron indicios fabricados”.

En su alegato ante la Cámara de II Nominación, el defensor oficial Enrique Díaz también consideró que a Musa Azar no se lo puede condenar por asociación ilícita, tal como pidió la fiscal cuando reclamó su condena a prisión perpetua. Díaz sostuvo que no había ninguna relación directa entre su asistido y el policía Pablo Gómez, sindicado como quien secuestró y asesinó a Patricia Villalba, una de las dos víctimas del crimen.

“La desviación de las investigaciones fue impulsada por la entonces gobernadora (Nina Juárez), que para evitar una intervención federal pidió que fueran imputados el diputado (Alfredo) Anauate, los hijos del vicegobernador (Darío) Moreno y de Musa Azar, que se vieron obligados a renunciar”, dijo.

Díaz interpretó que no se puede pedir prisión perpetua “porque no existe ninguna prueba en contra de los imputados” y calificó como una “incoherencia” de la fiscal solicitar la absolución de la mayoría de los otros acusados que también estuvieron presos.

El abogado indicó que varias hipótesis “no fueron investigadas” y remarcó que “lo grave de todo es que los responsables de estos crímenes pueden estar en libertad y los inocentes, detenidos por indicios fabricados”.

En otro pasaje de su alegato, Díaz indicó que “el único testigo que dijo que Musita (hijo de Musa Azar) y el carnicero (José) Llugdar se conocían, fue un preso que murió en un motín y en el juicio oral no pudo declarar”. “Aquí todo está fabricado para sacarles plata al Estado provincial y a Musa Azar, que en lo que va del juicio no me pagó ni un café”, añadió.