SOCIEDAD › CUBA AUTORIZó LAS OPERACIONES PARA LA “REASIGNACIóN SEXUAL”

El cambio del sexo cubano

En una medida inédita, el gobierno de Raúl Castro habilitó las intervenciones quirúrgicas para el cambio de sexo de las personas trans. Ya hay 28 pedidos de operación. La impulsora de la resolución es la hija del presidente de la isla.

El gobierno de Cuba autorizó las operaciones de cambio de sexo y la correspondiente inscripción de la nueva identidad de género en el documento de personas trans, a través de una resolución del Ministerio de Salud Pública. Impulsada por Mariela Castro (hija de Raúl Castro, presidente de la isla), la resolución 216 es inaudita en un país que arrastró años de marginación contra los homosexuales. La medida, promovida desde 2005 por Mariela Castro, llega en momentos en que la isla vive una serie de cambios económicos y sociales, y la apertura de debates sobre temas antes considerados tabúes, como la homosexualidad.

“Estamos proponiendo, además, una solución legal para que se reconozca el cambio de los documentos de identidad de los transexuales, sin tener que someterse a las cirugías de reasignación sexual. No todos desean operarse, ni reúnen las condiciones de salud para ello”, comentó Mariela Castro, a cargo del Centro Nacional de Educación Sexual (Cenesex). La funcionaria, además, es la principal promotora de un serie de reformas legislativas para reconocer derechos de gays, travestis y transexuales en Cuba. La medida implementada ayer es promovida por Mariela Castro desde 2005.

En diálogo con PáginaI12, Flavio Rapisardi, secretario de la Federación Argentina de Lesbianas, Gays, Bisexuales y Trans (Falgbt), analizó que la resolución “significa una revisión de las políticas de diversidad sexual de la isla, que incluyó la persecución de homosexuales, pero que no implicó la muerte de ningún travesti como sucedió en el resto de América latina”. “También implica un avance de los movimientos que promueven la diversidad sexual y de los movimientos de mujeres”, añadió Rapisardi.

Los cubanos vieron hace poco (sorprendidos) en la televisión historias de amores gays y travestis, en una campaña impulsada por Mariela Castro. Hasta la década del setenta, la homosexualidad era un delito tipificado en el Código Penal cubano y a los gays se los encerraba en granjas con la idea de que a través de un trabajo político, ideológico y a la vez productivo se los iba a “reeducar”. “Hace tiempo los cubanos vienen planteando críticas a sus políticas que contribuyen al reconocimiento de la diversidad sexual”, señaló el secretario de la Falgbt.

Según explicó Mariela Castro, desde 1979, cuando se presentó el primer caso de un reclamo para una operación de reasignación de sexo, “han pasado por los procesos de estudio más de cien” personas. De ellas, 28 cuentan con la “confirmación de transexualidad”, lo que significa que “se les proporciona tratamiento hormonal y están en condiciones de someterse a la cirugía de reasignación sexual, si cumplen los requisitos de salud y lo desean”, explicó la funcionaria en una entrevista a la revista Bohemia.

Las operaciones comenzarán tan pronto el equipo médico seleccionado finalice un entrenamiento con especialistas europeos. Ya hay en lista de espera 28 personas, como Juany Santos, de 45 años, trans que nació mujer, que espera hace años una operación de cambio de sexo. De baja estatura y ralos bigotes y barba, Juany relató que su vida “ha sido difícil, dura y con muchas humillaciones”.

Según la resolución del ministro de Salud Pública cubano, José Ramón Balaguer, se dispone “la creación de un centro específico de atención a la salud para las personas transexuales”, coordinado por la Cenesex, que tendrá a cargo realizar las intervenciones quirúrgicas.

La única cirugía de cambio de sexo en Cuba fue realizada en 1988, pero la continuidad se frenó debido a las “reacciones negativas” que provocó en ese momento en la sociedad “machista”, admitió Mariela Castro. “Una sociedad que aspire a conquistar más justicia social tiene que ampliar su capacidad de abarcar todas las realidades”, sostuvo la hija de Raúl Castro. Frente a la oposición de la Iglesia Católica, el Cenesex no fomenta el matrimonio gay, pero sí la “unión legal, que otorga los mismos derechos de las parejas heterosexuales”, señaló Mariela Castro.

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Miembros de la comunidad de lesbianas, gays y trans celebraron la decisión impulsada por Mariela Castro.
Imagen: AFP
 
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