Jueves, 26 de junio de 2008 | Hoy
SOCIEDAD › LOS PADRES DE UNA VíCTIMA, DESPUéS DEL FALLO CONTRA MUSA AZAR
Olga Díaz y Juan Villalba, los padres de Patricia, se mostraron conformes con la sentencia por el doble crimen de La Dársena, aunque sostuvieron que “todavía falta mucho” para que haya “una justicia verdadera” en Santiago del Estero. Las dudas que quedan en el caso.
Por Carlos Rodríguez
Desde Santiago del Estero
“Como santiagueña que soy, espero que a partir de este fallo la Justicia de la provincia tenga un cambio total y empiece a ser justicia verdadera.” Olga Azucena Díaz, la mamá de Patricia Villalba, una de las víctimas del doble homicidio de La Dársena, le dijo a PáginaI12 que “está bien” el fallo que condenó a prisión perpetua a Musa Azar y a tres policías como culpables de ese hecho, pero aseguró que en los ocho meses que duró el juicio sintió “mucho dolor porque pude ver bien de cerca cómo hay abogados que se venden sin importarles nada llegar a la verdad. Yo soy una mujer de pueblo y me dio mucha tristeza ver lo que allí estaba pasando. Saber cómo es la cara oculta de un juicio”. El veredicto también fue comentado por abogados y militantes de las entidades de Derechos Humanos locales, que plantearon interrogantes sobre “cómo van a fundamentar los jueces el hecho de haber condenado a Musa Azar y al mismo tiempo dejado en libertad a su hijo”.
La madre de Patricia Villalba habló con este diario por primera vez desde la finalización de la audiencia, ya que el martes sufrió una indisposición y tuvo que retirarse de los tribunales en una ambulancia. “Estoy mejor, sólo me duele todo el cuerpo. Fueron muchos días de angustia y de desconfianza. Con mi marido teníamos mucho miedo de que los jueces se salieran con un martes 13 y que no hubiera condenas. El fallo nos pareció bien.” Sobre la condena a 22 años a Patricio Lludgar, la mujer consideró que “está bien”, aunque en el juicio los abogados cordobeses que representaron a la familia, Rubén y Juan Arroyo, no habían pedido sanción alguna para el carnicero. “Yo siempre pensé que Lludgar fue el que ‘entregó’ a mi hija para que la mataran.” La joven Villalba trabajaba en una verdulería y tenía contacto con Lludgar, a quien se supone que le comentó que sabía quiénes habían asesinado a Leyla Nazar, la otra víctima del doble homicidio.
También habló acerca de su futuro: “Terminó una etapa que fue muy dura para toda la familia, pero no me quiero quedar quieta. Si hay que patear puertas para que haya justicia verdadera en otros hechos criminales que se produzcan, yo voy a acompañar a esas familias y voy a ir a patear puertas junto con ellos”. Dijo que a lo que ella aspira es a “que se produzca un cambio total en la Justicia de la provincia, porque lo que tenemos no es una justicia verdadera. Lo que se ha dado con Musa y los otros policías es un paso importante, pero todavía falta mucho”. En ese sentido aseguró que “si bien condenaron a los asesinos de mi hija, no se sabe todavía por qué la mataron y quién fue el que la mandó a matar. Creo que los abogados y los jueces de Santiago tienen que reaccionar para poder recuperar la dignidad que han perdido”.
Juan Domingo Villalba, el padre de Patricia, comparte las preocupaciones de su esposa y pone el dedo en la llaga que sigue abierta: “Nos seguimos preguntando quién fue el que dio la orden de matar a nuestra hija y por qué razones. Porque tenemos claro que los que fueron condenados son asesinos a sueldo, gente que obedece las órdenes, pero sería bueno para la sociedad de Santiago del Estero que se supiera quién dio esa orden. Mi hija no estaba en política y ésa no pudo haber sido la causa”.
Son similares, en algunos aspectos, los interrogantes que se hace Antenor Ferreira, abogado de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH) de Santiago del Estero. “Lo que me preocupa y quiero saber son los fundamentos del fallo del tribunal que condenó a Musa Azar. Sabemos que es un profesional de la muerte, una persona a la que tenemos muy bien acusada en la Justicia Federal por las violaciones a los derechos humanos, pero no nos queda claro cuáles serían las razones que pudo haber tenido para mandar a matar a estas dos chicas. Y tampoco cierra que hayan dejado en libertad a su hijo (Antonio) Musita Azar (Cejas), porque todo hacía pensar que su padre había ordenado el homicidio para encubrir al joven. Hay que esperar a la lectura de los fundamentos”, señaló.
Otros abogados y dirigentes de Derechos Humanos, como buena parte de la sociedad santiagueña, siguen planteando interrogantes. En Santiago del Estero hubo 150 desapariciones forzadas de personas durante la dictadura militar y nunca se encontraron huellas acerca de dónde fueron ocultados sus cuerpos. ¿Por qué Musa Azar, si fue el que ordenó el crimen, se descuidó y no verificó que sus hombres evitaran dejar huellas que pudieran incriminarlo? ¿Tan confiado estaba de seguir manteniendo la impunidad? ¿Hubo una jugada política para “entregarlo” y con ello evitar la caída del juarismo en Santiago del Estero? El tribunal le imputó solamente a Lludgar el homicidio de Leyla. ¿Cuál es la explicación que darán los jueces?
Las especulaciones son muchas, las certezas pocas, salvo el hecho irrefutable del currículum siniestro de Musa Azar. El dijo que sólo “el diablo” podría voltearlo. Hay quienes piensan que él es “el diablo”. Si hasta nació el 6 del mes seis, de 1936. “Seis-seis-seis, el número que identifica al diablo”, recordó ayer un santiagueño malicioso.
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