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Varias embarcaciones continuaban ayer la búsqueda de unas 500 personas desaparecidas luego del naufragio del “Joola”, un ferry que realizaba el trayecto entre la ciudades de Casamancia, en el sur de Senegal, y Dakar, capital del país africano. Las autoridades senegalesas confirmaron que hasta el momento lograron recuperar 200 cadáveres entre las aguas del océano Atlántico y que sólo 60 personas pudieron ser rescatadas con vida.
El naufragio se produjo frente a las costas de Gambia, en la madrugada del viernes, a causa de un temporal de viento y lluvia. La nave llevaba casi 800 personas y diez vehículos. Los sobrevivientes fueron trasladados a Dakar y a Banjul, la cercana capital de Gambia. Algunos pasajeros lograron saltar de la cubierta, pero no llegaron a tiempo para ponerse los chalecos salvavidas. Otros permanecieron un tiempo aferrados a la embarcación, que estaba parcialmente sumergida. Algunos lograron permanecer dos horas en esa situación hasta que fueron rescatados por barcos de pesca. La primera ministra de Senegal, Mame Sadior Boye, confirmó que la nave podía llevar hasta 550 pasajeros, pero que abordo había 796. El “Joola” cumplía una función importante en la comunicación de Casamancia, una región meridional de Senegal aislada entre Gambia y Guinea-Bissau y escenario desde hace 20 años de una rebelión que quiere independizarse de la capital del país.