Con evidente ánimo de no mezclar los tantos del espectáculo con el espectáculo de los tantos, el juez federal de Zárate Campana Federico Faggionatto Márquez se apresuró a aclarar que “el actor no tiene nada que ver con la causa”. Se refería a Mariano Martínez, protagonista de Closer, en cartel en el teatro Liceo. La aclaración tenía sus motivos: por orden del mismo Faggionatto, ayer al mediodía la Bonaerense había detenido a Ricardo Martínez, más conocido como Ricky, padre del galán carilindo, en tierras porteñas, Chile y Bernardo de Irigoyen, a la salida de un cibercafé. Por la tarde, Ricky Martínez debería haber mantenido un close up con Faggionatto en el juzgado de Campana, pero antes sufrió una descompensación y fue internado en el hospital penitenciario de Ezeiza. La indagatoria fue postergada para el miércoles próximo. Por la tarde, quien pasara por la puerta del Liceo descubriría un cartel en el que se anunciaba closed. De todos modos, el caso recién se está abriendo.

Sergio Ricardo Martínez –porque tal es el nombre de Ricky– fue detenido alrededor de la una del mediodía cuando caminaba por las veredas de Monserrat, luego de salir de un cibercafé de Chile y Bernardo de Irigoyen. La detención estuvo a cargo de una comisión policial de extenso título, Dirección de Investigaciones de Tráfico de Drogas Ilícitas. Primero fue trasladado a la seccional 4ª de la Federal, y casi a las cuatro de la tarde partió rumbo al juzgado de Campana. De todos modos, como ya se dijo, no hubo posibilidad de presentarse al juzgado ya que sufrió una descompensación y fue internado en el hospital penitenciario de Ezeiza. “Tiene problemas cardíacos”, dijo uno de sus abogados, Alejandro Argibay Molina. Faggionatto dispuso tomarle declaración el próximo miércoles.

Entretanto, los bonaerenses allanaron la ex casa de Martínez, o la casa de la ex de Martínez, un elegante chalet de dos plantas en Directorio 3438 –entre Dolores y Azul, de Parque Avellaneda–, de donde secuestraron algunos documentos, “no trascendentes para la causa” diría más tarde el propio Faggionatto, entre ellos los papeles de un Citroen Xsara, propiedad de Ricky, al que el padre del closer iba a ascender al momento de su detención.

Ricky no es nuevo en la causa. Ya había declarado en el inicio, pero según reconoció Faggionatto, “las pruebas en su contra recién se consiguieron en las últimas 48 horas”. Precisamente, el miércoles había declarado como testigo ante Faggionatto el cirujano Gustavo Ricchiuto. Según aseguró Miguel Angel Pierri, abogado de las tres viudas de General Rodríguez, Ricchiuto conocía a Forza, Bina y Ferrón a través del ex policía José Luis Salerno, socio de Ferrón en la droguería Farmagroup, donde compraba medicamentos para su consultorio de estética. Ricchiutto al parecer declaró que Salerno le había comentado que el 25 de julio hubo una reunión entre Forza, Bina y un mexicano de nombre Rodrigo, a quien el trío planeaba venderle efedrina. Según señalaron fuentes de la investigación, de esa reunión surge “que Bina era quien sacaba la efedrina del país, era el enviado de ‘Rodrigo’ y cobraba 17 mil pesos por mes”. El testigo explicó además que de esa reunión “Rodrigo se levantó de la mesa porque le quisieron vender en 2000 dólares el kilo de efedrina cuando le habían dicho 2000 pesos”.

“Antes de retirarse –según señaló la misma fuente que declaró el testigo–, el mexicano dijo ‘arreglen con él’ y señaló a Bina.” Siempre siguiendo esa revelación, Bina habría llegado a la reunión a través de un primo de Salerno, de nombre “Silvio”, que le vendía anabólicos a un gimnasio. En ese gimnasio trabajaba “Cristian”, un amigo de Bina, y ambos le pidieron efedrina a Silvio. “Le dan trece mil dólares por adelantado (a Silvio) para hacer el negocio de los cuales Ferrón se llevó tres mil”, precisó el testigo en su declaración.

Finalmente, el médico contó que, “según le dijo Cristian a Silvio, estando José Luis Salerno presente, el mexicano Rodrigo buscaba a Bina el sábado posterior a su desaparición”.

“Para nosotros es la declaración más trascendente hasta el momento”, aseguró Pierri a los medios. Pierri coincide con Faggionatto en que la causa del triple crimen se debe reunir a cargo del juez de Zárate-Campana, bajo la idea de que el triple crimen fue motivado en el marco de los negociados por la efedrina.

A todo esto, a última hora de la tarde, otro de los abogados de Ricky Martínez, Daniel Borojovich, reconocía ante los medios que su cliente “había sido amigo de Forza”, tal como sostienen que declaró Ricchiuto, “pero Martínez no tiene nada que ver con las acusaciones”. Y aclaró que durante la mañana él, Borojovich, había presentado un escrito ante el juez Faggionatto en el que Ricky, previsor, manifestaba su intención de ponerse a disposición de la Justicia.

A la misma hora, el teatro Liceo aparecía con sus puertas cerradas y los productores informaban que las entradas de ayer podrían ser canjeadas para otra fecha.