Por primera vez, un testigo que no es víctima ni denunciante de casos de abuso sexual declara que vio al cura Julio Grassi en una situación de abuso de un joven internado en la Fundación Felices los Niños. Se trata de un hombre que trabajaba en esa institución y pudo ver, a través del ojo de la cerradura del cuarto del sacerdote, un episodio que sería uno de los 17 hechos por los que es juzgado el religioso.

Guillermo Verdún era el encargado de la Casa de los Adolescentes, una institución que integraba la Fundación y en la que estaban chicos de 11 a 13 años de edad. Ayer declaró ante el Tribunal Oral que vio una situación de abuso del acusado con el interno F.V.

Verdún, testigo de la fiscalía, fue el único que declaró ayer en el juicio, ya que la policía no pudo ubicar a la presunta víctima en su domicilio habitual, por lo que fue instruida para que lo hiciera hoy, ya que el ex interno de la Fundación fue mencionado repetidas veces en el debate.

El testigo manifestó que F.V. “tenía que dormir en la Casita de los Niños, pero no estaba nunca en su cama sino en la habitación que Grassi tenía en la Fundación”. Contó que vio “una noche a través del ojo de una cerradura al chico y al sacerdote en una situación de abrazos y caricias muy cercanas al abuso y distintas a los abrazos fraternales que se dan los hermanos de la congregación salesiana”, a la que pertenece Grassi.

También manifestó que, además de F.V., “Grassi tenía entre sus preferidos a F.A., de quien dijo que era su secretario, a I.G. y que luego apareció el denunciante Luis, quien también contó con las preferencias del cura”.

El acusado, al ingresar a los Tribunales de Morón, negó que el episodio del Hogar San José de Chacarita, informado por el obispo del barrio porteño de Belgrano, Horacio Benítez Astoul, haya motivado una nueva denuncia contra la Fundación Felices los Niños. Benítez Astoul denunció a la Defensoría 4 de Menores, a cargo de Marcelo Jalil, que un chico de 8 años que asiste a ese hogar intentó suicidarse y cuando fue entrevistado por la psicopedagoga reveló que sufrió una situación de abuso sexual.

El episodio, difundido días pasados marcaría, de confirmarse, el primer informe que realiza la Iglesia Católica contra una entidad vinculada a la Fundación Felices los Niños, que preside Grassi.

El sacerdote dijo que “no hubo denuncia contra la Fundación” sino que se trató de una “presentación” de la Vicaría por un niño que hizo “una especie de representación para llamar la atención”. Gra-ssi negó que se tratara de un hecho de abuso sexual y expuso que lo que surgió de la intervención del defensor de Menores en el hogar de Chacarita fue que “al ver los legajos, la Justicia encontró situaciones entre otros chicos”.

Según Grassi, ese hogar está controlado por hermanas y por gente que cuida a los chicos y señaló que este tipo de situaciones pueden irse de control. “No hubo imputación contra algún adulto” de Felices los Niños “o contra la Fundación misma. Eso tiene que quedar clarísimo”, sostuvo el sacerdote.

Juan Pablo Gallego, abogado querellante, destacó que este episodio denunciado por el obispo es investigado por el Juzgado de Instrucción Criminal 32 y que del informe de la psicopedagoga no surge que haya habido una “representación” del menor.

El Tribunal Oral 1 de Morón resolvió ubicar al testigo Carlos María Vizca, quien se desempeñó en una de las instituciones donde trabajó el acusado y fue mencionado en reiteradas ocasiones por el religioso.

Para hoy están previstas las declaraciones de F.M., si consiguen ubicarlo, y de Gabriel Agostinelli, Susana Mandy y Susana Alcaraz, empleados de un colegio religioso donde trabaja Vizca.