Entreabierta, la puerta de entrada a las oficinas de las autoridades máximas del Instituto de la Vivienda de la Ciudad de Buenos Aires (IVC), era custodiada por seis hombres casi tan altos como la abertura. De brazos cruzados, asomando sus caras por detrás de la pared del corredor, espiaban, serios, a los casi 60 representantes de cooperativas de vivienda que, amuchados, tomaron la antesala de las oficinas vacías para exigir “la asignación urgente de los fondos necesarios para comprar terrenos, comenzar a construir en los que ya están comprados y finalizar las obras que quedaron por la mitad”. Sin embargo, esas oficinas estaban vacías. El presidente del organismo, Roberto Apelbaum, salió sin ser visto, lo mismo que la mayoría de los integrantes del directorio. Luego de casi diez horas de toma –y de la presentación de una nota– no sólo no obtuvieron respuesta al reclamo sino que efectivos de la Policía Federal desalojaron el lugar por la fuerza, ante una orden judicial. “Lo único que recibimos a cambio fue represión y maltrato”, aseguró Roxana Arellano, una de las representantes. Cinco hombres permanecen detenidos en la Comisaría 3ª.

Las cerca de ocho mil familias que, agrupadas en cooperativas, persiguen hace más de cinco años el sueño de la casa propia sacaron a la luz el problema en febrero pasado, cuando llevaron sus reclamos a las calles. Ocho meses después, la historia sigue siendo prácticamente la misma. Según el último informe de la Comisión de Control, Evaluación y Seguimiento –órgano conformado por las mismas agrupaciones–, de alrededor de 450 cooperativas que participan del programa, sólo 110 accedieron al terreno; 32 pudieron iniciar las obras y sólo se terminaron cuatro.

En tanto, las casi 70 que ya cuentan con el espacio aguardan se les deposite el 15 por ciento del presupuesto total asignado necesario para iniciar la construcción. Esa es, básicamente, la plata que reclaman “de manera urgente”. “Desde que se asignaron los terrenos vienen prometiendo (el dinero), pero nunca aparece. Hace más de dos años que estamos esperando para poder empezar”, explicó Romina Cohort. Ella está asociada a la Cooperativa el Caracol, que va a construir departamentos en Parque Chas.

Desde el IVC aseguraron a los agrupados que “sólo hay plata para 24 proyectos”. Fuentes del organismo explicaron a PáginaI12 que “el resto –unos tres millones de pesos– se habría utilizado para pagar a empresas constructoras contratadas por el instituto”.

Los representantes exigieron –sin obtener respuesta– la asignación de una partida de casi 300 millones de pesos en el presupuesto de 2009 para el programa, “ya que, hasta ahora, no cuenta con partida alguna, lo vaciaron por completo”, denunció Susana Delarrivat, de la Cooperativa de Vivienda Octubre.

“No estamos pidiendo que nos regalen nada. Sólo estamos exigiendo lo que se comprometieron a cumplir”, concluyó Delarrivat, que como sus compañeros, y tras casi diez horas de espera, continuó con la protesta en la Comisaría Nº 3. Luego, desde la puerta de la seccional, Arellano relató: “Vinieron de prepo, tiraron gases lacrimógenos y nos pegaron. Se llevaron a los hombres y nos bajaron a los empujones por las escaleras. No se puede creer”.

Informe: Ailín Bullentini.