El ladrón caminó derecho al puesto 49 de la Terminal B de Aerolíneas Argentinas, en el aeropuerto de Ezeiza. Allí hay una oficina de la confitería Il Legno, que tiene varias locales en esa terminal aérea. Golpeó la puerta y le anunció a una empleada administrativa que venía para entregar un sobre con documentación. La mujer abrió la puerta y el ladrón sacó un arma, la redujo y maniató. El botín fue de 50 mil pesos y la sospecha, compartida ayer entre por la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) y la Fiscalía, es que hubo entregadores.

“Estamos tratando de cerrarlo”, advirtió anoche a Página/12 una fuente de la PSA que confiaba, como el fiscal Ricardo Bruzzone, que el delincuente apareciera en las grabaciones de video del Aeropuerto para saber su hora de llegada, sus movimientos y fundamentalmente si arribó y se retiró en algún vehículo que haya quedado grabado por las cámaras del circuito interno y se pueda identificar. El robo ocurrió alrededor de las 9 y en una oficina a la que se puede acceder sin tener que pasar controles. “Es una clásica ‘entrega’. No se trató de un robo al voleo. El ladrón sabía dónde y cuándo ese dinero iba a estar allí”, comentó uno de los investigadores.

Pese a que difundió que el dinero sustraído era para pagar sueldos y aguinaldos del personal de la confitería, la fuente consultada por este diario aseguró que era la recaudación del fin de semana pasado de la confitería Il Legno”, que tiene puestos de cafetería en la Terminal A y en la Terminal B del aeropuerto. El fiscal Bruzzone puso a trabajar en la pesquisa a personal de la PSA, envió a la Policía Científica en búsqueda de rastros y ya mandó a analizar los videos de las cámaras de seguridad. Los principales sospechosos, siguiendo la pista de un entregador, son los actuales y ex empleados de la empresa que tengan conocimiento de los movimientos del dinero. Ayer, todos ellos estaban siendo investigados.