Todavía quedaban más de quince cajones de cerveza y unas cuantas botellas de otras bebidas alcohólicas por descorchar cuando los inspectores municipales pisaron el Centro de Destreza Criolla, un predio al aire libre en Villa Mercedes, San Luis, y pusieron fin, prematuramente, a la fiesta de despedida que los alumnos de 5º de la Escuela Normal Nº 9 Doctor Juan Llerena le organizaron a sus compañeros de 6º. Los inspectores decomisaron 125 envases de cervezas, tres de vodka, seis aperitivos y tres Fernet, todos vacíos. Y no fue todo: los funcionarios multaron a los padres de los chicos que concurren a 5º año –los menores, que tienen no más de 17 años– por no haber controlado el expendio y consumo de bebidas alcohólicas en la fiesta de la que participaron sus hijos. Deberán pagar al Municipio, antes de mañana, dos mil pesos.

El expendio de bebidas alcohólicas a menores está prohibido en todo el país y en Villa Mercedes la medida se aplica en forma estricta. “El consumo de bebidas alcohólicas es una cuestión de Estado en Mercedes. En ninguna fiesta privada en donde haya menores de 18 años se puede consumir alcohol, y en los boliches, los menores tienen prohibida la entrada”, confirmó Walter Patiño, padre de una adolescente de 5º año que organizó el evento y, por lo tanto, uno de los multados.

La sentencia de la justicia municipal aplicó una sanción inédita en la Justicia contravencional local, ya que responsabiliza a los padres por la conducta de los hijos. “El Municipio actuó bien y como padres debemos hacernos responsables de las macanas que nuestros hijos se mandan. Pero hay que comprender, son adolescentes y siempre buscan romper reglas. El verdadero problema son las fuentes: ¿quiénes son los que les venden el alcohol?”, concluyó Patiño. La multa aún no fue saldada.