[cerrar]

Comparta esta nota con un amigo

E-Mail de su amigo
Su nombre
Su E-Mail

La hija de un juez de menores de Santa Fe apareció ayer con signos de haber sido fuertemente golpeada luego de estar desaparecida durante casi cuatro días. La Justicia de esa provincia investiga si la chica fue secuestrada y si el hecho obedece a la “vendetta” de una persona que pudo ser perjudicada por un fallo de su padre. El juez es Julio César Roggiano, quien consideró que “por las expresiones de los captores, lo ocurrido no sólo me afecta a mí, sino a todo el Poder Judicial”.
El juez que investiga la causa, José Manuel García Porta, relativizó la los alcances del caso. “Aunque no se puede afirmar todavía que haya una relación entre el trabajo de Roggiano como juez y el secuestro de la joven, está claro que los captores sabían quién era la chica”, explicó a Página/12. Según García Porta, la joven declaró ayer que fue secuestrada, golpeada y violada por dos jóvenes de entre 23 y 25 años y que podría reconocerlos, ya que durante su cautiverio no tuvo los ojos vendados. “Son todos hechos que estamos investigando y que hoy intentaremos determinar, a través de los informes médicos y de un posible reconocimiento fotográfico de los delincuentes”, agregó el juez.
La chica había sido secuestrada el viernes por dos hombres que la habrían reconocido como hija del juez mientras esperaba un colectivo en 1º de Mayo y Gorriti, en el norte de la capital santafesina. En la madrugada de ayer, cerca de las 2, llegó en un remise a su casa. “Tenía lesiones en diversas partes del cuerpo, un cuadro de deshidratación y temblaba como una hoja”, describió Juan Carlos, hermano de la víctima.
María Belén tiene 19 años y está bajo tratamiento psiquiátrico desde hace varios años por inmadurez emocional. El cuadro se vio agravado por la situación sufrida, por lo que fue internada de inmediato en una clínica privada de la ciudad, donde permanece en observación. Según relató a la policía, tras ser secuestrada fue conducida por una calle oscura de la zona norte de la ciudad y luego mantenida en cautiverio en una vivienda que, según los investigadores, estaría ubicada en el barrio Villa Elsa. La joven relató que en la noche del lunes, los secuestradores la obligaron a llamar a su familia para avisar que sería liberada con la condición de que su padre no interviniera en el caso. Horas después, fue dejada en libertad y tomó un remise hasta la casa de sus padres.
Según trascendió, uno de los secuestradores le habría dicho a la chica que por un fallo de su padre “había pasado algunos años en la cárcel”. “Nunca he tenido custodia y mis hijos han vivido normalmente. No queríamos prerrogativas para ellos, pero nunca imaginamos esto. Se ha tomado una represalia en la persona de mi hija por mi función como magistrado”, dijo ayer Roggiano, que es juez de Menores de Santa Fe desde hace 18 años.
El caso es investigado por la División Judicial de la Unidad Regional Uno de la policía santafesina y el juez García Porta. La causa está caratulada como privación ilegítima de la libertad y violación.