Las heridas que sufrió Rubén Carballo –el chico de 17 años que murió tras 23 días de agonía, después de la represión policial en el recital de Viejas Locas– no se produjeron como consecuencia de una caída, lo que permitiría descartar la hipótesis de la fiscalía sobre la causa del fallecimiento. Así lo aseguró ayer el abogado Eduardo Azcuy, patrocinante de los familiares de la víctima, después de evaluar los informes médicos preliminares. “Todo indica que Rubén recibió un golpe con un objeto romo, en el occipital”, dijo a Página/12 el letrado, quien a partir de estos datos pedirá un cambio de carátula en la causa, para que se investigue el delito de “abandono de persona seguido de muerte”. El padre del chico fallecido, Rubén Carballo, insistió en que su hijo fue víctima de la represión ejercida por la Policía Federal en el ingreso al estadio de Vélez Sarsfield.

El chico resultó herido cuando pretendía entrar al estadio de Vélez Sarsfield para presenciar el concierto del grupo de rock Viejas Locas, el sábado 14 de noviembre. Lo encontraron al día siguiente en un predio del club donde no hay acceso público, en estado de coma. Estuvo internado hasta el 8 de diciembre, cuando falleció, en el hospital del Centro Gallego.

Ayer se hizo la autopsia en la Morgue Judicial. Participaron tres peritos del Cuerpo Médico Forense, la secretaria de la fiscalía que interviene en la causa, un perito de la Policía Federal y otro por parte de la familia Carballo. Los peritos entregarán el informe al fiscal Eduardo Cubría entre hoy y el lunes, pero ayer, el abogado Azcuy dio a conocer algunos de los detalles.

Dijo que las heridas que sufrió Carballo no son compatibles con una caída desde una altura de ocho metros, como sostiene la hipótesis sustentada desde la Policía Federal y adoptada por la fiscalía. Los investigadores sostienen que Rubén intentó colarse para ingresar a Vélez y para eso trató de descolgarse desde la Autopista Perito Moreno –que pasa junto al estadio– a través de una red, para ingresar en un predio lindero. Desde allí habría caído y sufrido las heridas fatales. Lo que no tiene en cuenta esta teoría es que Rubén tenía su entrada en el bolsillo, por lo que no necesitaba colarse, y no pudo entrar por la represión desatada por los efectivos de la Comisaría 44ª.

Según Azcuy, los peritos no detectaron lesiones internas propias de una caída desde esa altura –estimada en ocho metros– ni golpes producidos por un impacto contra una superficie plana, lo que “obliga a descartar la caída”.

“La fractura craneana se produjo desde el occipital posterior izquierdo al occipital posterior derecho y fue consecuencia de un solo golpe, con un objeto romo”, explicó el abogado a Página/12.

–¿Hay testigos que hayan visto si Rubén fue golpeado por la policía o por otras personas? –preguntó este diario.

–No hay testigos, pero si se tiene en cuenta el modus operandi de la policía, que reprimió en forma indiscriminada, se puede tener una idea de dónde vinieron los golpes. Tenemos confianza de que aparezcan testigos que puedan haber visto lo que ocurrió con Rubén.

–El lugar donde encontraron a Rubén ¿es un sitio de acceso público o restringido?

–Es un club privado. El acceso es restringido para la gente del club.

–¿Puede entrar la policía a dejar una persona si el lugar está cerrado?

–Sí. De hecho, los efectivos estaban apostados en una cortada que está junto al ingreso a ese sector del club –respondió el abogado.

Frente a estas evidencias, el abogado de los Carballo anunció que pedirá el cambio de carátula de la causa a “homicidio en averiguación”, en el marco de un “abandono de persona doblemente agravado por sus consecuencias y la participación policial”.

Se basa en el testimonio de un joven que dijo haber avisado a un policía que había “un chico golpeado, desmayado, en el sector de la puerta 16”. Según el testigo, el policía le habría dicho que se retire del lugar. Por eso ahora, el abogado reclamó protección para varios testigos, en su mayoría “menores edad”, y el apartamiento de los “elementos de la policía como auxiliares de la Justicia”.

“No hemos pedido determinar de dónde partió la agresión ni quién fue el sujeto o los sujetos que le dieron los golpes a Rubén. Pero sí tenemos elementos, testimonios de que avisaron al personal policial de que había un menor caído”, dijo Azcuy.

“Desde el primer día que vi a mi hijo, supe lo que había pasado –lamentó Ruben Carballo padre, en la conferencia de prensa, junto a su abogado–. Investigué todo personalmente y llegué a lo que ahora llegamos”, expresó.