Un Boeing 737 de American Airlines que procedía de Washington y había hecho escala en Miami se accidentó ayer al aterrizar en su destino, Kingston, capital de Jamaica, y terminó partiéndose en la playa sin provocar víctimas fatales. El vuelo traía 154 pasajeros a bordo y seis tripulantes y más de 90 personas resultaron heridas. “El avión se pasó totalmente de la pista y terminó más allá de la ruta, sobre la arena”, informó anoche Paul Hall, vicepresidente de operaciones en el Aeropuerto Internacional Norman Manley.

En medio de una intensa lluvia, uno de los motores del avión se quebró, una parte del tren de aterrizaje se desprendió y el fuselaje se agrietó en el accidente. El ministro de Información de Jamaica, Daryl Vaz, aseguró que “la mayor parte de las heridas (sufridas por pasajeros y tripulantes) son fracturas, cortes y contusiones”. La mayoría de los heridos ya fueron dados de alta y sólo cuatro deberán pasar la noche en el hospital.

American Airlines no arriesgó ninguna hipótesis sobre la causa del accidente. Mientras tanto, el aeropuerto fue cerrado para que los investigadores examinen la escena y para que las autoridades determinen si la pista es segura para despegues y aterrizajes.