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Luego del fallo del juez de Instrucción Nº 2 de Bariloche, Martín Lozada, que autorizó el aborto terapéutico a una adolescente de 17 años que había sido violada durante los seis últimos años por su padre y su tío, especialistas del Hospital Ramón Carrillo de esa ciudad realizaron finalmente la práctica. Pese al intento de una defensora oficial por impedirlo, la interrupción del embarazo, que transitaba las 12 semanas de gestación, se concretó el jueves último. La joven ya “fue dada de alta, está bien de salud” y permanece con asistencia psicológica, informaron ayer fuentes judiciales y del centro de salud. La polémica entre quienes avalan el aborto y quienes lo rechazan continuó con la difusión de la práctica.

El caso trascendió la semana pasada, cuando el juez Lozada informó que había recibido un pedido de autorización para el aborto de una adolescente de parte de Salud Pública de Río Negro. Finalmente, el magistrado dio luz verde a la interrupción del embarazo el pasado 5 de abril y recordó que el Código Penal en su artículo 86 establece el aborto no punible para este tipo de casos, por lo que no es necesaria una autorización judicial para practicarlo. Sin embargo, dictó su sentencia para que efectivamente pudiera realizarse sin más demoras.

Pero el fallo de Lozada fue apelado por la defensora de Menores Paula Bisogni, incluida en la causa como garante de la criatura por nacer. Ante esa situación, el juez elevó el caso a la Cámara Penal Primera para que resuelva la apelación, aunque insistió una vez más en que el aborto puede practicarse sin necesidad de que intervenga la Justicia.

La adolescente había sido víctima del sometimiento sexual por parte de su padre y su tío desde que tenía 11 años, lo que llevó al juez a ordenar el procesamiento y la detención de ambos hombres. Producto de esos abusos sexuales la joven quedó embarazada y, al solicitar el aborto, los médicos del Hospital Area de El Bolsón –ciudad en donde vive la muchacha– se lo negaron.

Después de la intervención, el director del Hospital Ramón Carrillo, Guillermo Di Liso, informó a la prensa que la joven “fue dada de alta y está bien de salud”. Además, sostuvo que “está bien contenida” y dijo que continuará con controles sanitarios en un centro de salud de la localidad rionegrina de El Bolsón, cercano a su domicilio.

La realización de la práctica no hizo que el debate llegara a su fin, sino que lo prolongó. Para José Salinas, colaborador de la organización Grávida, “este aborto fue violarla (a la joven) nuevamente”, y agregó: “Sentimos mucho dolor, es lo peor que podría haber pasado”. En cambio, el diputado nacional Hugo Castañón recordó que en el país se hacen 500 mil abortos clandestinos por año, “con el consiguiente riesgo para las mujeres, muchas de las cuales mueren en la práctica”. El legislador destacó que en la Comisión de Familia de la Legislatura provincial lograron consensuar un proyecto de despenalización del aborto y aclaró: “No estamos a favor de la práctica sino en contra de su penalización”.