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Fue identificado el único sobreviviente del accidente aéreo del miércoles pasado en Libia: se trata de Ruben van Assouw, un niño holandés de nueve años que perdió a sus padres y a su hermano mayor en la catástrofe. Según expertos, una causa de su supervivencia fue que la menor masa corporal de un niño le da más chances en este tipo de accidentes. Empezaron a ser investigadas las causas de éste, que causó 103 víctimas, de las cuales 70 eran de origen holandés.

Ayer llegaron a Trípoli, capital de Libia, una tía y un tío del niño sobreviviente: lo identificaron y él sonrió al verlos. Esto confirmó que se trata de Ruben van Assow, quien volvía de unas vacaciones en Su-dáfrica con su hermano Enzo, de 11 años; su madre, Trudy, de 41, y su padre, Patrick, de 40 años. El chico fue operado de fracturas en las piernas en el hospital Al Jadra de Trípoli, donde se halla “estable”, según los médicos.

Benno Baksteen, especialista holandés en accidentes aéreos, comentó que “es un milagro que alguien sobreviva a una catástrofe aérea, pero, si sucede, suelen ser los niños”, ya que “tienen una masa corporal menor; del mismo modo, si un adulto y un niño caen de una escalera desde la misma altura, el adulto sufrirá heridas más graves: el que es más liviano y ocupa menos espacio tiene más chances de sobrevivir”. Desde 1970, en los mayores accidentes de aviación, de 15 sobrevivientes ocho fueron niños. En por lo menos cinco casos sucedió que el único sobreviviente fuera un chico, en accidentes en los que habían muerto todos los demás pasajeros.

Ayer, expertos franceses, libios y sudafricanos recibieron las cajas negras del avión, y se espera un informe preliminar en los próximos días. El Airbus A330-200 de la empresa Al Afriqiyah, procedente de Sudáfrica, se estrelló el miércoles cuando intentaba aterrizar en Trípoli. Setenta de los pasajeros eran holandeses, y los 11 tripulantes eran libios.