Viernes, 14 de mayo de 2010 | Hoy
SOCIEDAD › OPINIóN
Por Claudia Lombardo *
Reconocer a los niños, niñas y jóvenes como personas íntegras implica que no sólo requieren conocimientos de las asignaturas tradicionalmente incluidas en los planes de estudio, sino que necesitan también contar con información adecuada, veraz y oportuna en el área de la salud, la sexualidad y la reproducción, es decir en contenidos que los ayuden a vivir más plenamente.
Muchas escuelas y docentes vienen trabajando desde hace tiempo en estas temáticas y ofreciendo a los alumnos la posibilidad de asumir actitudes saludables, respetuosas e inclusivas, algunas realizando la tarea en soledad o con poco acompañamiento.
El hecho de que el Ministerio de Educación de la Nación avance en esta tarea ofreciendo herramientas que pueden servir de guía y acompañamiento a la tarea docente como los Lineamientos Curriculares o estos Cuadernos que acaba de presentar constituyen un significativo aporte para que los docentes fortalezcan su trabajo con un criterio pluralista y democrático, teniendo en cuenta la diversidad cultural, religiosa y social contemporánea.
Las instituciones educativas de gestión pública y privada, laicas o confesionales debemos asumir este desafío que la sociedad nos plantea. De continuar abordando estos temas con una mirada amplia que tienda a transformar prácticas culturales prejuiciosas y no inclusivas y fomentar basándonos en valores firmes la construcción de actitudes positivas frente a la sexualidad, la igualdad, el diálogo, la inclusión y el respeto por las diferencias. Se nos presenta una oportunidad que no debemos desaprovechar para garantizar el derecho fundamental de los niños, niñas y jóvenes de tener la mejor educación posible.
* Licenciada en Ciencias de la Educación y Magister en Didáctica (UBA). Miembro del Consejo de Educación Cristiana Evangélica.
© 2000-2022 www.pagina12.com.ar | República Argentina | Política de privacidad | Todos los Derechos Reservados
Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux.