El gobernador bonaerense, Daniel Scioli, confirmó la reestructuración de la plana mayor de la Policía Bonaerense, pero rechazó que se tratara de “una purga”. En realidad, explicó, se trató de “cambios operativos en base a los objetivos que buscamos en la lucha contra el narcotráfico y los desarmaderos”, entre otros delitos. Scioli aún debe evaluar si acepta los desplazamientos sugeridos por su ministro de Seguridad y Justicia, Ricardo Casal, en una lista que encabeza el subjefe de la fuerza, Salvador Baratta, pero que no alcanzaría al titular de la policía, Juan Carlos Paggi.

También habrían sido sugeridas las remociones del superintendente coordinador de la zona oeste del Gran Buenos Aires, José Antonio Raggio; del titular del Area de Servicios Sociales de la policía, Héctor Martínez; del jefe de Investigaciones de Tráfico de Drogas Ilícitas, Claudio Fernández; del titular de la Superintendencia de Delitos Complejos, Walter Carballo; y del coordinador de la zona Norte del conurbano, Mario Alberto Martín.

La decisión “no tiene nada que ver, como se ha dicho por ahí erróneamente, ni con purgas masivas ni otras cuestiones”. En un primer momento, los desplazamientos fueron entendidos como consecuencia de los casos de gatillo fácil ocurridos en José León Suárez y Baradero.