El gobernador bonaerense, Daniel Scioli, dispuso ayer la “intervención” de la Unidad Ejecutora del Programa Ferroviario Provincial (Uepfp), organismo conocido con el nombre comercial de Ferrobaires. La decisión se tomó luego de que el choque del miércoles ocurrido en San Miguel dejara en evidencia las pésimas condiciones de mantenimiento en que se encuentran los trenes provinciales. El interventor será Antonio Maltana, un ingeniero industrial que impulsó el proceso de privatización desde las filas del Estado y participó luego de la gestión privada de los trenes como gerente del Grupo Taselli. En la actualidad, se venía desempeñando como director responsable de Control de Siniestralidad Laboral del Ministerio de Trabajo bonaerense. “Nos interesa conocer todo lo que pasó. Maltana tiene capacidad y creemos que es la persona adecuada para el cargo”, afirmó el jefe de Gabinete, Alberto Pérez.

“El gobierno busca tener el control estricto de la empresa con los servicios tal cual demanda la ciudadanía”, sostuvo Pérez. El funcionario hablaba como si Ferrobaires fuera una empresa privada a la cual le estaban quitando la concesión, pero es un organismo estatal provincial creado el 15 de enero de 1993, que se encuentra bajo la órbita del Ministerio de Infraestructura, Vivienda y Servicios Públicos. Lo que ocurre es que, tal como detalló Página/12 ayer, desde sus inicios ese espacio es controlado por sectores afines al ex gobernador Eduardo Duhalde, comandados por Alberto Trezza, quien estuvo al frente de la Uepfp hasta febrero de 2000. Los gobernadores que vinieron después de Duhalde, incluido Daniel Scioli, no desconocían esta situación, pero al parecer prefirieron negociar con aquella estructura de poder que maneja Ferrobaires como un enclave.

Desde que los trenes pasaron a la provincia, el servicio siempre fue deficiente e incluso hubo decenas de accidentes, incluyendo descarrilamientos y choques, pero ninguno de la magnitud que tuvo el registrado el miércoles en San Miguel, que dejó cuatro muertos y más de cien heridos. Además, las primeras pericias judiciales confirmaron que la formación que embistió al tren de la Línea San Martín tenía anulados los sistemas de frenos, lo que evidencia la falta de mantenimiento. Esta situación forzó a Daniel Scioli a tener que intervenir en el organismo.

Antonio Maltana, un italiano nacionalizado, será el encargado de intervenir para tratar de que el servicio mejore. Fuentes del sector destacaron a este diario su profundo conocimiento de la red ferroviaria, pero todavía es una incógnita si existe la voluntad política para confrontar de lleno con el grupo que llevó a Ferrobaires a la situación actual. Además, los antecedentes de Maltana tampoco dejan margen para ilusionarse, pues fue uno de los cuadros técnicos que impulsó el proceso de privatización de los trenes y participó luego como gerente del Grupo Taselli, empresa que tuvo a su cargo las líneas Roca y San Martín hasta que el Estado le quitó las concesiones.

En su currículum, Maltana destaca su ingreso como aprendiz en Ferrocarriles Argentinos con 14 años y luego de 19 años en el Estado pegó el salto al sector privado para incorporarse a Fiat Concord, una sociedad que agrupaba subsidiarias de la multinacional italiana instaladas en el país. Allí estuvo a cargo del seguimiento de los contratos de transportes y energía y puntualmente del material rodante fabricado por la subsidiaria Material Ferroviario (Materfer). En 1983, Materfer pasó a manos de un grupo argentino que tenía como cabeza visible a Cristóbal Rautenstrauch y Maltana siguió en la firma primero como gerente comercial y después como miembro del Directorio.

Cuando el gobierno de Carlos Menem inició el proceso de privatización de los ferrocarriles, este ingeniero egresado de la Universidad Católica volvió al Estado para desempeñarse como gerente de Concesiones Ferroviarias en la Comisión Nacional de Regulación del Transporte. En 1992 y 1993, participó de la misión privada-estatal que tuvo como objetivo interesar a distintos grupos extranjeros en el Programa de Concesionamiento Ferroviario. Luego volvió al sector privado para asesorar al Grupo Emepa de Gabriel Romero, que obtuvo las concesiones de Ferrovías e Hidrovías, y más tarde se convirtió en gerente del Grupo Taselli. El empresario Sergio Taselli tuvo a su cargo las concesiones de las líneas San Martín y Roca en su peor etapa. De hecho, el Gobierno le quitó el San Martín en 2004 y el Roca en 2007 invocando “incumplimientos graves y reiterados en las obligaciones”.

Maltana incluso trabajó para Taselli fuera del sector ferroviario. Cuando a fines de 2004 este empresario se hizo cargo de la filial local de Parmalat, lo mandó a Cuba para tratar de venderle leche en polvo al gobierno de Fidel Castro, aprovechando los contactos que Maltana había logrado en la isla cuando negociaba la exportación de coches de pasajeros para Materfer. El ingeniero hizo su tarea, pero Taselli no cumplió con los cubanos y eso los terminó por distanciar. En 2005 fundó la consultora Ferromat S.A. con otros responsables de la privatización de los trenes, como Guillermo Crespo, y a fines de 2008 se lo vio en algunas reuniones tratando de “venderles” a los presidentes Néstor Kirchner y Hugo Chávez el Ferrocarril del Sur, que uniría Argentina con Venezuela por la cordillera.

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