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Por unos días, los vuelos internacionales de los ricos y no necesariamente famosos deberán cambiar de pistas, luego de que la AFIP decidiera suspenderlos en el aeropuerto de San Fernando por incumplimiento de la ley (se encontraron allí trabajadores no registrados) y ausencia de inversión en infraestructura y tecnología para el control de flujo aduanero. La medida sobrevino tras una serie de reclamos ante el Comité de Seguridad Aeroportuaria, e implica suspender la Zona Primaria Aduanera concedida a Aeropuertos Argentina 2000 en esas pistas. Por ello en estos días, y hasta tanto la empresa responsable de la estación regularice los puntos observados por el Estado, unos 6 mil vuelos de jet privados y taxis aéreos (favoritos de celebridades como el industrial Cristiano Ratazzi, los empresarios Eduardo Costantini y Jorge “Corcho” Rodríguez) deberán recalar con sus vuelos exclusivos en aeropuertos tanto más populares, como el Aeroparque Jorge Newbery y Ezeiza.

Por la suspensión, informó la AFIP, “ningún vuelo internacional podrá arribar o despegar desde ese aeródromo, y en caso de que el personal aduanero detecte la presencia de un servicio de estas características, se presentará la denuncia penal correspondiente”.

La medida fue dispuesta por el administrador federal, Ricardo Echegaray, quien, a través de la Dirección General de Aduanas, la decidió tras “reiterados reclamos ante el Comité de Seguridad Aeroportuaria”. Como miembro de ese comité, la Aduana señaló “en reiteradas oportunidades la falta de inversión tecnológica y en infraestructura para garantizar los controles aduaneros necesarios y el tránsito aéreo seguro” que existía en esa estación a cargo de la empresa Aeropuertos Argentina 2000.

A diferencia de las estaciones de Ezeiza y Aeroparque, la terminal aérea de San Fernando carece de “instalaciones adecuadas para el funcionamiento del servicio de la Aduana, no tiene un depósito para guardar la mercadería secuestrada y no dispone de puestos fijos para que el personal aduanero controle el tráfico vehicular de ingreso y egreso al predio”. Echegaray indicó que “los aeropuertos administrados por el sector privado deberán incorporar tecnología para asegurar el control que deben tener las terminales”, y no descartó posibles acciones de control en las terminales a las que, durante estos días, se dirigirán los vuelos VIP. También Aeroparque y Ezeiza “quedarán bajo la lupa, ya que es necesario e imprescindible que en lo inmediato se adecuen los espacios físicos para que el servicio aduanero pueda realizar su tarea de control operativo”. En previsión del incremento de pasajeros que será consecuencia de esta suspensión, las autoridades informaron que se reforzará el servicio, redistribuyendo el personal aduanero en ellas.

Además de esas falencias referidas al control aduanero, en la estación de San Fernando fueron hallados empleados no registrados formalmente. De 29 trabajadores distribuidos en los siete hangares, cinco (el 17,4 por ciento) no estaban registrados y tres (el 10,34 por ciento) no tenían el alta temprana que el organismo exige para aquellos empleados aún no declarados.