Un obrero murió ahogado en cemento líquido en una obra en construcción de Mataderos. La Unión Obrera de la Construcción (Uocra) sostiene haber denunciado incumplimientos en seguridad e higiene en esa obra y su vocero afirmó que “el Gobierno de la Ciudad siempre le saca el culo a la jeringa cuando se trata de su responsabilidad”. El Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires negó haber recibido denuncias y denunció a su vez una “grave impericia profesional” del encargado de dirigir la obra. Por su parte, el presidente de la Sociedad Argentina de Medicina del Trabajo advirtió que “en la Argentina no hay suficiente control sobre la actividad de la construcción, y esto lo pagan los trabajadores con sus vidas”.

Ayer a las 13.27, en una obra en construcción situada en Juan Bautista Alberdi 6408, barrio de Mataderos, “toda la mezcla de hormigón, con el encofrado, se derrumbó, y murió un hombre de unos 30 años, cuyo cuerpo quedó bajo el cemento líquido y los hierros”, explicó un vocero de la Superintendencia Federal de Bomberos. Alberto Crescenti, director del SAME, precisó que “el operario recibió el cemento en estado líquido que seguramente afectó sus vías respiratorias, por lo que el deceso habría ocurrido en pocos instantes”. La obra, donde trabajan entre 10 y 15 operarios, consiste en la refacción de un complejo de locales comerciales.

El Gobierno de la Ciudad comunicó que, “según la Dirección General de Fiscalización y Control de Obras, el hecho se habría producido por una grave impericia profesional en el momento de carga de losa, acción constructiva que dura aproximadamente cinco horas. Esta se llevaba a cabo con trabajadores debajo, lo cual constituye una acción de grave peligro e impropia de un profesional de la construcción”. El profesional a cargo es José Luis Zanetti, maestro mayor de obras, quien quedó detenido en la comisaría 42ª. Según el gobierno porteño, “la obra no registra denuncias realizadas en el teléfono 147 ni en el Sistema Unico de Atención Ciudadana (Suaci)”.

Sin embargo, el gremio de la construcción sostuvo que esa obra “fue denunciada por la Uocra el 14 de abril ante la Dirección General de Protección del Trabajo del Gobierno de la Ciudad por numerosos incumplimientos a las medidas de seguridad e higiene”. Página/12 accedió a la copia de esa presentación que, bajo el rótulo “Denuncia”, requiere: “Se solicita inspección de Higiene, Seguridad y Protección del Trabajo”; entre los rubros que pide “verificar” se incluyen: “Casco de seguridad”; “protección respiratoria”; “calzado de seguridad”; “proteger aberturas de pisos con cubiertas o barandas”; “entrega de elementos de trabajo y equipo de protección personal”; “acceso y salidas seguros”.

Ricardo Camaño, vocero de la Uocra, dijo a este diario que “esa sumatoria de incumplimientos, más allá de las causas puntuales del accidente, implica que la obra debía haber sido inspeccionada de inmediato: si lo hubieran hecho, probablemente habría quedado clausurada”. El vocero afirmó que “cada vez que hay un accidente de este tipo, el Gobierno de la Ciudad le saca el culo a la jeringa en cuanto a su responsabilidad”.

Roberto Pinto, presidente de la Sociedad Argentina de Medicina del Trabajo, observó que “en la Argentina no hay suficiente control sobre la construcción: no lo hacen las autoridades ni los ingenieros ni los médicos laborales. Es común que no se usen los elementos necesarios para sostener el cuerpo del trabajador o que no se hagan estudios sobre el terreno para saber si no va a ceder, ni se efectúen los apuntalamientos básicos en las demoliciones; todo esto lo pagan los trabajadores con sus vidas”.