Martes, 3 de mayo de 2011 | Hoy
EL PAíS › UN MILLAR DE CIENTíFICOS DE LA ARGENTINA Y EL EXTERIOR UNIDOS EN EL APOYO A LA POLíTICA OFICIAL
A través de la página web cienciaconcristina.com.ar, un grupo de investigadores de distintas disciplinas empezó a discutir política y aportar “al resurgimiento de la ciencia y la técnica”. El redescubrimiento de la militancia.
Por Adrián Pérez
Imagine, por un instante, que le encargaron un experimento: construya un laboratorio y tome un tubo de ensayo cuyo contenido es ciencia hecha por jóvenes. Eso sí, tómese algo de tiempo para pensar cómo utilizará ese conocimiento en la resolución de los problemas más diversos. Sacuda el tubo hasta que surja información que aporte al desarrollo de la sociedad. Esa es la ecuación que el colectivo Ciencia Con Cristina (cienciaconcristina.com.ar) expresa sin fórmulas en el “quiénes somos” con una salvedad: en lugar de científicos prefieren presentarse como trabajadores de ciencia y técnica. Un millar de investigadores de Argentina y el exterior interactúa en esa red. Página/12 reunió a tres referentes de CCC en la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA: Ernesto Gallegos, licenciado en Geología; Carolina Vera, doctora en Ciencias de la Atmósfera, y Cecilia Mendive, doctora en Química repatriada por el Programa Raíces del Ministerio de Ciencia y Tecnología. Con la llegada de Mendive, en diciembre pasado, el Estado logró que 800 científicos retornaran. Los tres coinciden en que ciencia y tecnología resurgieron en la Argentina por el apoyo de Néstor Kirchner y Cristina Fernández.
Ernesto Gallegos: –Hablamos de la ciencia al servicio del progreso nacional, que se puede representar de muchas maneras: desarrollo sustentable, ciencia para el pueblo, la producción o el medioambiente. Son todas cuestiones donde el Estado interpela al sistema científico para que dé respuestas en ese sentido.
Cecilia Mendive: –Parte de nuestro trabajo se relaciona con la educación. El verdadero progreso no es adaptar el medio a nosotros, sino adaptarnos nosotros al medio. Y para eso se necesita la mano, el consejo y el apoyo de gente altamente capacitada. Por eso los científicos juegan un rol muy importante en el avance de la sociedad.
E. G.: –El individuo preparado en ciencia se vuelve inmune a las falacias con las que se construye cualquier campaña política. Es un trabajo arduo y va a ser difícil que se llegue a una masificación plena de la educación en ciencia, pero sabemos que es el camino que se está tomando.
E. G.: –El cambio fundamental está en las políticas. El científico que toma partido y participa o defiende algo es porque observa que existe un cambio. Si pensamos en diez años atrás, nos encontramos con (Domingo) Cavallo mandándonos a lavar los platos. Hoy el INTA duplicó su planta de trabajadores y el Conicet triplicó sus becarios.
Carolina Vera: –En los ’90 podías tener la inquietud de realizar proyectos. Sin embargo, estabas obligado a trabajar de otra cosa porque la plata no alcanzaba. Hoy tenemos un sueldo digno, se amplió la masa crítica de gente trabajando en ciencia y hay más recursos. Una de las motivaciones que me llevó a adherir a Ciencia Con Cristina fue contribuir a que todo eso se profundice y que haya articulaciones con el Ministerio de Ciencia y Tecnología que permitan avances vinculados con una cuestión más social.
E. G.: –Sí, y esa fue la regla durante muchos años. Ahora nos sorprende gratamente que otros se sumen a ECo (excelenciaycompromi so.wordpress.com), InterKlaustro (interklaustro.com.ar) o CCC. Hay una necesidad de los adherentes de visibilizar ese apoyo. Quieren poner el cuerpo y decir “aquí estamos, somos nosotros”. Es gente que durante mucho tiempo no se sintió representada y que ahora siente la necesidad de participar.
E. G.: –Nuestra pauta fue el acto que InterKlaustro organizó el 24 de noviembre para recordar a Néstor (Kirchner) en Exactas. Me impresionó la cantidad de gente. Pensamos fue “no estamos solos en esto”. Tal vez sea difícil cuantificarlo porque, en el caso de CCC, muchos dejan su adhesión en la página web.
C. M.: –No tengo miedo de gritar que apoyo estas políticas de Estado. Nos motiva que el Gobierno piense que el científico es importante. Esa lógica es tan fuerte que se vuelve indiscutible. La diferencia es que estamos conectados, tirando todos para el mismo lado.
C. V.: –Si bien existen caras de sorpresa creo que estamos logrando respeto, aun reconociéndonos como adherentes o militantes de un sector partidario específico. La política partidaria había sido bastardeada, pero desde Néstor (Kirchner) hasta Cristina (Fernández) eso cambió. Estoy muy orgullosa de haber podido recuperar un espacio para combinar mi actividad científica con mis convicciones políticas.
E. G.: –Desde 2008, con sólo opinar en cuestiones como la discusión sobre la (resolución) 125 nos fuimos identificando de alguna manera. Sumarse a una agrupación no cambia mucho la cosa. En ese momento no era malo visibilizar las simpatías. No me parece que debamos temer ahora.
El fin de la adolescencia –y de la inocencia– le llegó con el pedido que se vayan todos: “Era todo lo que sabíamos de política, que no servía para nada, el descreimiento era total”, recuerda Gallegos, uno de los creadores de InterKlaustro y Militancia Kreativa (militanciakreativa.com.ar). Y resalta dos momentos durante los últimos años. El acto “Cristina le habla a la juventud” y el fallecimiento del ex presidente Néstor Kirchner, que “nos movilizó a todos y nos puso en movimiento”. Ese día se cruzó con compañeros científicos que habían ido “cada uno por su lado”. Allí surgió la idea de “juntarse para dejar de mirar todo desde afuera”.
“Le di para adelante, pero muchos abandonaron”, dice. Sus estudios posdoctorales los cursó en Alemania, donde en 2010 conoció a la presidenta Cristina Fernández, durante una reunión con científicos argentinos en el exterior. “Teníamos la sensación de que debíamos hacer nuestro aporte a la sociedad porque el Gobierno nos estaba dando un apoyo enorme.” A partir de ese encuentro formó Excelencia y Compromiso (ECO) junto al biólogo Fernando Mordi Guerrieri. “El sistema académico-científico tiene que convocar al pensamiento e intercambio de ideas para nutrir al sistema de gestión pública”, agrega Mendive.
Trabajó en la reorganización de la Juventud Universitaria Peronista en los últimos años de la dictadura. “Siempre milité –asegura con orgullo–. Todos sabían de mi orientación nacional y popular, pero recién en 2010 pensamos en extender nuestra militancia para profundizar este proyecto y me reconocí más abiertamente kirchnerista.” Sus investigaciones siempre se centraron en temas “socialmente sensibles”, pero sintió que era escuchada recién a partir de 2003. “Se produce un lugar para estos estudios aplicados. Durante el menemismo –dice– se había instalado la idea de que ser científico era como un hobby que no servía y encima ganabas dos mangos.”
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