La igualdad de género en el ámbito laboral, la erradicación de la violencia doméstica y el reclamo por la despenalización del aborto fueron los temas sobresalientes del XXVI Encuentro Nacional de Mujeres, que finalizó ayer en San Carlos de Bariloche. Esta edición, realizada a menos de un mes del inicio del tratamiento del proyecto de ley de Legalización de la Interrupción Voluntaria del Embarazo en el Congreso, tuvo como protagonistas a los pañuelos que tiñeron la ciudad de verde en apoyo a esa iniciativa. Ayer mismo se anunció que el año próximo el encuentro se llevará a cabo en la ciudad de Posadas, en Misiones.

La fábrica, la casa, los barrios, las escuelas, los hospitales, la universidad, las chacras, la ciudad y el campo. Unas 18 mil militantes sociales y políticas de ese crisol de espacios se congregó el último fin de semana. El encuentro permitió “intercambiar ideas y opiniones” y eso implica “avanzar en la lucha por los derechos de las mujeres”, aseguró tras el cierre del evento iniciado el sábado último, Claudia Quiroga, integrante de la Comisión Organizadora. Fueron 150 los ejes de trabajo que se abordaron. Entre ellos, se trató la problemática de “la igualdad de género en la legislación laboral” y “la distribución de tierras entre los pequeños agricultores y la situación de la mujer de pueblos originarios”.

“Educación para decidir, anticonceptivos para no abortar, aborto legal para no morir”, expresaban los carteles y multiplicaban las voces de mujeres de todo el país organizadas en agrupaciones estudiantiles, sindicales, feministas, de derechos humanos y de pueblos originarios durante la marcha, realizada el domingo último por las calles de la ciudad.

“El pedido de que se trate en el Congreso el proyecto de ley de despenalización y legalización del aborto tuvo mucha presencia”, afirmó Verónica Marzano, referente de Lesbianas y Feministas por la Descriminalización del Aborto. En diálogo con Página/12, recalcó que “es una cuestión de justicia social que se permita que las mujeres del sector popular puedan acceder al aborto legal, seguro y gratuito”.

Para Verónica Montanari, de Mujeres y Aborto, el discurso antiabortista en Argentina “ya está superado y ya no hay cabida para la discusión aborto sí o aborto no”. “La sociedad está lo suficientemente madura como para encarar el tema”, afirmó la activista.

Los encuentros anteriores influyeron, según señalan las organizadoras, en la realización de proyectos de ley como el de interrupción voluntaria del embarazo, la Ley de Protección Integral contra la violencia hacia las mujeres, la de trata de personas, la exclusión del hogar de los golpeadores y la de Salud Sexual y Reproductiva.

La coordinadora de la agrupación Las Fulanas, Claudia Castro, participó en la comisión de Mujer y Lesbianismo, en la que participaron activistas y “muchas mujeres del sur”. “Tenían una necesidad extrema de hablar de sus preocupaciones, de sus miedos. A veces, en la capital nos olvidamos de cómo se puede vivir en un pueblo la lesbianidad”, relató a este diario.

Por ejemplo, “hubo una mujer de 40 años, que vivía en una localidad de menos de dos mil habitantes con su marido y sus hijos, que entró al aula donde estábamos reunidas para contarnos que hacía más de 30 años estaba enamorada de una amiga. Tener la chance de decir todo lo que siente por otra mujer y no recibir rechazo luego –apuntó Castro– puede ser muy importante para perder los temores lógicos de la lesbofobia social del lugar donde vive.”

Además, los talleres incluyeron feminismo, sexualidad, familia, anticoncepción, partidos políticos, discapacidad, religión, salud mental, sindicalismo y derechos humanos, entre otros temas. Para Ursula Caracotche, “el último fue uno de los mejores encuentros porque en los talleres primó un espíritu horizontal, pluralista, democrático y federal”.

Informe: Rocío Magnani.