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En Córdoba, un hombre acusado de haber quemado y matado a su mujer hace dos años resultó absuelto porque el tribunal aplicó el beneficio de la duda al caso. Tras el fallo, los familiares de la mujer manifestaron su desacuerdo con vehemencia, primero intentando agredir al hombre absuelto y, luego, rompiendo elementos del escritorio de funcionarios judiciales.

El episodio ocurrió en la tarde de ayer, al cabo de la última jornada del juicio a Mario Ariel Moyano, que la Cámara Quinta del Crimen de Córdoba llevó adelante con jurados populares. Moyano había llegado al juicio como imputado por el delito de “homicidio con dolo eventual” de María Esther Lastra, la mujer con la que convivía en Villa Unión. De acuerdo con la investigación, Lastra se encontraba en su casa cuando sufrió una serie de quemaduras graves que, seis días después, le provocaron la muerte.

Durante el juicio, un hijo de la pareja declaró que Moyano, en aparente estado de ebriedad, tras haber discutido con ella, habría amenazado a Lastra con quemarla. Luego de unos instantes, la mujer salió de la casa corriendo y envuelta en llamas. El joven, que entonces tenía 13 años, contó ante el tribunal que vio cómo su madre “se había prendido fuego, se arrastraba y se acercó a una canilla para tratar de apagar las llamas”, mientras que su padre salió poco después e “hizo como que quería apagarla”.

En su alegato, el fiscal Fernando Amoedo había pedido una condena de 10 años de prisión para Moyano; la defensa del acusado, en cambio, solicitó la absolución por considerar que las pruebas eran escasas.

Ayer por la tarde, el tribunal resolvió por unanimidad acogerse al pedido de la defensa y absolver a Moyano por aplicar el beneficio de la duda. Tras escuchar el fallo, los parientes de Lastra corrieron hasta donde se encontraba el recién absuelto e intentaron agredirlo físicamente. Luego, tres mujeres llegaron hasta el estrado, donde forcejaron con policías que procuraban detenerlas y terminaron por tirar al suelo el vidrio del escritorio ocupado por el fiscal Amoedo.