Desde Mar del Plata

La casa fue diseñada por Amancio Williams para que la habitara su padre, Alberto, autor de un arreglo del Himno Nacional.
Imagen: Pablo Piovano.

Desde el 11 de enero, marplatenses y turistas podrán realizar visitas guiadas, con información histórica, en la Casa Sobre el Arroyo, como la llamó su autor, el arquitecto argentino Amancio Williams, y que es conocida a nivel popular como la Casa del Puente. La construcción, un edificio rectangular, de estilo moderno, que tiene la apariencia de un loft, fue ejecutada entre 1943 y 1945, pero desde el año 2000 viene sufriendo incendios intencionales, robos y olvidos varios. Ahora comenzará a ser restaurada luego de ser adquirida por la Municipalidad de General Pueyrredón. La casa fue diseñada por su autor para que la habitara su padre, el músico Alberto Williams, quien en el año 1938 fue autor de la versión sinfónica de la música del Himno Nacional Argentino, tal como se la interpreta hasta hoy. Debajo del puente sobre el que se eleva la edificación de hormigón armado corrían antes las aguas del arroyo Las Chacras, en cuyo entorno se establecieron los primeros pobladores originarios y luego las primeras empresas en una zona que era conocida como Laguna de los Padres. “El arroyo, de agua dulce por supuesto, fue el motivo del asentamiento humano y factor decisivo para la fundación de Mar del Plata”, en 1874.

La que habla con Página/12 es la arquitecta Graciela Di Iorio, nombrada directora de la casa, quien fue artífice del plan de la reconstrucción total, que se basará en los planos originales dejados por Amancio Williams. “La construcción demandó dos años, lo que demuestra el celo con el que fue hecha. El estilo pertenece a lo que se denomina el movimiento moderno y fue considerada por la revista japonesa Masu, de arquitectura, como una de las 30 casas más importantes del siglo XX, en el mundo.” A su lado, el intendente de General Pueyrredón, Gustavo Pulti, subraya que “por tratarse de una parte grande de la historia de Mar del Plata, va a estar abierta desde ahora, para que los guías puedan contarle su historia al público y para que toda la comunidad viva como propia la experiencia de la reconstrucción”.

Como si le faltaran títulos al histórico edificio, los folletos de invitación a un concierto del Coro de la Universidad de Mar del Plata que se hizo para despedir el año eran ilustrados con fotografías tomadas por la fotógrafa alemana Grete Stern, quien visitó el lugar apenas llegada a la Argentina, donde se radicó. Otro de los hitos son las transmisiones que hacía, desde la casa, LU9 Radio Mar del Plata, cuyo slogan era: “Desde la Casa del Puente, un puente hasta su casa”. Para completar el currículum, Di Iorio resalta que el famoso arquitecto suizo Le Corbusier “mantuvo permanente contacto con Amancio Williams, lo que corrobora que era conocido en el mundo por haber construido esta casa”.

“Tiene mucho de genial esta casa, cada vez que vengo descubro algo nuevo. El interés no es sólo por la obra en sí, sino también por un parque histórico (data de 1915) de dos hectáreas que tiene el único tramo a cielo abierto del arroyo fundacional de Mar del Plata.” La zona, poblada en sus inicios por diferentes pueblos originarios, comenzó a industrializarse con la presencia de un consorcio portugués que encontró agua dulce en el arroyo Las Chacras, lo que le permitió “aprovechar las miles de cabezas de ganado que corrían por aquí y convertirlas en tasajo para alimentar a los esclavos que provenían de Africa y de Brasil”, señala Di Iorio. Ahora el arroyo está entubado, salvo cuando cruza el predio que se quiere rescatar. “Una vez que se haga la restauración, la idea es que corra otra vez el agua bajo el puente, aunque sea un cauce artificial.”

La casa fue concebida dentro de las variables más criollas “porque en realidad parece una especie de rancho de La Pampa” (ver aparte), asegura la arquitecta, que en todo momento demuestra la feliz adrenalina que le produce estar al frente del proyecto. El primer habitante de la casa falleció en 1952, a los 89 años, y entonces pasó a manos de una de sus hijas. En la década del setenta, fue el lugar físico desde donde hacía sus transmisiones LU9 Radio Mar del Plata, cuyo director era Enrique Lagos Beitía. La emisora fue cerrada en el año 1977 por la dictadura militar. La radio hizo algunas modificaciones en la estructura original del edificio, que fueron acordadas con el arquitecto Amancio Williams.

Ubicado en Deán Funes y Quintana, cerca de la Universidad de Mar del Plata, el edificio se mantuvo cuidado hasta comienzos del 2000, pero desde ese momento “se produjeron actos de vandalismo y se registraron dos incendios intencionales”. Las divisiones internas de habitaciones, cocina, baño y el estudio que perteneció a don Alberto Williams, realizadas todas en madera, fueron destruidas totalmente. Incluso fue destrozado un piano y fue dañado el ventanal que circunda todo el perímetro de la Casa del Puente. “Afortunamente, Amancio Williams dejó 700 planos, no sólo de la obra sino también del mobiliario y de las luminarias de manera que todo se puede reconstruir con los datos técnicos precisos y esa es la idea que se puso en marcha”, aclara Di Iorio.

La directora del proyecto insiste en que se trata “de una casa muy jugada, porque el diseñador la destinó para su padre, que tenía 80 años y que se inspiraba, para escribir su música, en los pájaros, en los árboles y en la naturaleza que lo rodeaba”. Durante la entrevista, el grabador dejó constancia de la contundencia de los trinos, que por momentos tapan las voces de Di Iorio y Pulti. La escalera principal –cuenta con dos, una de servicio– “tiene espacios variables entre escalón y escalón. Se van haciendo más pequeñas las distancias cuando uno va llegando a lo más alto, lo que sirve para atenuar el esfuerzo de una persona de 80 años”.

Pero el arco, el puente que cruza el arroyo, es el motivo principal. “El arco sirve para que la casa se eleve a la altura de la copa de los árboles. Alberto Williams seguía a los pájaros, que abundan si hay árboles y agua.”

La iniciativa ha sido declarada monumento histórico artístico de la Nación, monumento arquitectónico, artístico y ambiental por el gobierno bonaerense y está también protegida por una ordenanza de preservación de la municipalidad local.

El intendente Pulti confirma que como la casa es “parte de la historia de la ciudad, va a estar abierta al público desde el día 11 y va a haber guías que cuenten su historia a los visitantes”. Destacó que hay un “plan general de recuperación de bienes patrimoniales y en ese marco se están recuperando la Villa Ortiz Basualdo, en Colón y Viamonte; la Villa Victoria que fue la casa de Victoria Ocampo; el Palacio Unzúe y la Villa Mitre” (ver aparte). Además se firmó un acuerdo con el Colegio de Arquitectos de Mar del Plata para encarar la reconstrucción del actual Palacio Municipal, en la calle Hipólito Yrigoyen, una vez que las autoridades comunales se muden a su nueva sede, en un edificio ubicado en Libertad y Tandil. La sede actual del municipio fue obra del arquitecto Alejandro Bustillo.

Retomando el tema de la Casa del Puente, Pulti reconoce que se nombró directora del proyecto a la arquitecta Di Iorio porque “ella es una persona que estuvo militando, se puede decir, en defensa del patrimonio a lo largo de toda su vida”. Como parte de las medidas para mejorar el atractivo natural de la ciudad, en los últimos tiempos “se ha bajado una cantidad enorme de marquesinas. En toda la costa no hay ni banderas ni carteles que obstruyan la visión del paisaje costero, que había estado sepultado por la especulación publicitaria”. En este caso se aplicó el Código de Publicidad, después de una larga disputa judicial. “Ocurrió lo mismo que con la ley de medios. Después de sancionarla, tuvimos 23 triunfos en la Justicia para poder aplicarla.”. Desde el 1º de noviembre entró en vigencia. Ahora se organiza un concurso de fachadas y vidrieras para mejorar el aspecto de los comercios marplatenses. “Pero el símbolo central es la Casa del Puente. Hasta ahora pudimos comprar una hectárea del predio, que comprende el sitio donde está la edificación. Esto fue solventado el 20 por ciento por el gobierno nacional y el 80 por ciento por el municipio.”