Un maquinista que declaró como testigo en la causa por el accidente en la estación de trenes de Once que provocó 51 muertos, hace casi un año, fue asesinado de tres disparos luego de que le robaran un teléfono celular. Leonardo Ariel Andrada (53) murió en un hecho ocurrido a las 6 de la mañana del viernes en José María Paz y Malabia, en el partido bonaerense de Ituzaingó. Un vecino lo encontró tirado en el piso, cerca de una parada de colectivos. La policía informó que Andrada fue atacado por un grupo de hombres que tenían intenciones de robo. Se estima que el maquinista se resistió al asalto y por eso lo asesinaron. La víctima estaba yendo a su trabajo en el ferrocarril Sarmiento. Se dirigía a la localidad de Castelar. El cuerpo estaba recostado sobre una columna de un refugio con tres disparos en la espalda.

Todo parece indicar que, antes de la agresión, hubo un forcejeo entre la víctima y los atacantes. En el lugar, los investigadores encontraron un cuchillo que puede haber sido utilizado por la víctima para defenderse del ataque y que ahora será sometido a peritajes. El secretario general de La Fraternidad, Omar Maturano, informó que Andrada “fue testigo en la causa como cualquier conductor de trenes y declaró acerca del material rodante, el estado de las vías, la cantidad de pasajeros que llevaba el tren el día del accidente y otras cuestiones relacionadas con el hecho”.

Al ser interrogado en el expediente que instruye el juez federal Claudio Bonadío, se refirió a cómo frenaba el tren, uno de los puntos clave de la investigación. “Considero que hay que esperar a ver qué dice la Justicia y la policía, pero lo que sabemos por los familiares es que solamente le robaron el celular”, afirmó el sindicalista, que confirmó que Andrada fue asesinado en momentos en que iba a trabajar.

Por su parte, Edgardo Reynoso, delegado de Unión Ferroviaria, sostuvo que Andrada “era una persona muy querida, profesionalmente muy bueno y le faltaba poco para jubilarse”, ya que en ese gremio se retiran a los 55 años. “El trabajaba con nosotros, era un hombre excelente en el trato, que no merecía tener este final, esperemos que no quede impune el asesinato”, remarcó Reynoso.

Andrada fue el maquinista que el 22 de febrero de 2012 por la mañana salió de la estación de Moreno con el tren 3772 de la línea Sarmiento y lo entregó a su compañero Marcos Córdoba, quien lo condujo con destino a Once. A las 8.33, cuando la formación se encontraba llegando a la plataforma 2 de la estación terminal, no logró detener su marcha y colisionó con los sistemas de paragolpes de contención, con unos 1200 pasajeros a bordo.

De ese total, 51 personas murieron y alrededor de 700 resultaron heridas, lo que convirtió al accidente ferroviario en el tercero con más victimas en la historia argentina. “No nos gustaría mezclar las situaciones porque elaborar hipótesis ahora alejaría la posibilidad de investigar seriamente, pero no hay que descartar nada”, dijo Reynoso, consultado sobre si el crimen podría tener alguna relación con el accidente. La investigación por el homicidio de Andrada se encuentra a cargo de la DDI de Morón y la comisaría 1ª de Ituzaingó, en conjunto con la fiscalía de turno de Morón.