Víctor Hortel, el ex director del Servicio Penitenciario Federal (SPF) que renunció al cargo luego de la fuga de trece presos en el Complejo Penitenciario 1 de Ezeiza, amplió ayer sus denuncias por la complicidad de un sector del personal penitenciario en la evasión. “Hay un núcleo duro del SPF que ideológicamente está en contra” de las políticas en favor de los derechos humanos que se venían de-sarrollando durante su gestión. Puntualizó que ese sector “siempre mostró rechazo y resistencia a esta serie de medidas”. Al hacer un balance de lo ocurrido, admitió que con su renuncia al cargo pagó “un costo político” porque cometió “algún tipo de error en la evaluación de ciertas circunstancias”, en alusión a lo que señaló respecto del accionar de ese “núcleo duro” del Servicio Penitenciario que se opone a los cambios.

Hortel insistió en que “no hay que ser muy sagaz ni muy astuto para darse cuenta que de un penal de máxima seguridad es imposible que se vaya tanta cantidad de gente de la forma en que supuestamente se escaparon”. Por eso le apuntó al “núcleo duro” del SPF que estaba en contra de las políticas en materia de derechos humanos. Reconoció que ese grupo, a cuyos integrantes no identificó por sus nombres y apellidos, fue el que determinó “el momento y la circunstancia para que se produzca” su salida de la dirección nacional del SPF.

Recordó que un mes antes de que se registrara la fuga, desde su gestión se había enviado “un informe de inteligencia sobre la peligrosidad de estos sujetos (se refiere a los evadidos) y sobre la posibilidad de que estuvieran planeando la fuga”. Por esa razón ratificó que “con los alertas” que se habían dado y “con el cumplimiento de los protocolos en materia de seguridad” es poco probable la posibilidad de un escape masivo como el que se dio. “Necesariamente tuvo que haber habido alguna complicidad del Servicio Penitenciario Federal.”

Hortel comentó que en el sistema carcelario argentino “hay una permanente tensión interna entre aquellos que quieren mantener un Servicio Penitenciario prehistórico y los que quieren que esté adecuado a las normas democráticas”. Sobre las informaciones que se conocieron, durante su gestión, en el sentido de que se incrementó el número de muertes en las cárceles federales, aseguró que durante su mandato no han “mentido absolutamente en nada” y luego puntualizó: “No sé si hubo un aumento de muertes, hubo un aumento de transparencia” en las estadísticas.

Destacó que durante su mandato “se ha permitido el ingreso de todos los organismos de derechos humanos y de control” a los lugares de detención dependientes del SPF. El ex director Hortel opinó que su sucesor en el cargo, Alejandro Marambio, quien ha sido cuestionado por su anterior paso por la función, entre los años 2007 y 2010, hará “una continuidad” de lo que fue el meollo de su gestión.

“Tengo que creer que va a haber una continuidad de mi gestión porque subimos el piso en materia de defensa y ampliación de derechos. Creo que eso se ha ganado y va a ser difícil volver atrás.” Finalmente reconoció que él ha cometido “algún tipo de error en la evaluación de ciertas circunstancias” que se produjeron dentro del Servicio Penitenciario Federal y que conspiraron en su contra hasta obligarlo a renunciar. Por lo dicho, asumió en forma plena “la responsabilidad política de dar un paso al costado” luego de producida la fuga.