La coordinadora del Programa Nacional de Educación Sexual Integral, Mirta Marina, destacó, durante las jornadas que se realizaron en Chaco, la necesidad de adecuar y contextualizar los contenidos del plan a la hora de aplicarlos en las comunidades originarias. “Desarticular las barreras culturales es un trabajo que se realiza en conjunto y en un marco de diálogo”, sostuvo Marina. A su vez, la coordinadora aclaró que la implementación del programa “es un proceso gradual” y que en esta etapa “estamos trabajando en las regiones tradicionalmente más complejas como las del Nordeste, Noroeste y Cuyo”.

La ley 26.150 creó en el año 2008 el Programa Nacional de Educación Sexual, encargado de desarrollar las acciones tendientes a la incorporación de la educación sexual en todas las escuelas del país y en cada uno de sus niveles. La distribución de materiales y las capacitaciones masivas presenciales constituyen dos herramientas que utiliza el programa. En las jornadas organizadas el 3, 4 y 5 de este mes en Fuerte Esperanza, Chaco, gran parte de los 250 educadores pertenecían a la comunidad originaria wichí. “Desde el ministerio tenemos plena conciencia de las barreras culturales. Estas no son sólo lingüísticas o de idioma, tienen que ver con distintas formas de pensar la sexualidad. En este sentido, creemos que es preciso fortalecer el vínculo y el diálogo entre los docentes criollos, blancos o no indígenas y los docentes de las comunidades. En este encuentro, por ejemplo, estuvimos compartiendo con los wichí la adecuación de las imágenes. Para ellos, las láminas con los cuerpos desnudos resultaban inadecuadas. Y, al mismo tiempo, nosotros entendíamos que no se pueden trabajar los nombres de las partes íntimas sin esas ilustraciones. Entonces pensamos en láminas con figuras que puedan vestirse y desvestirse”, explicó la coordinadora del programa. “Lo más importante de todo es que hay voluntad por parte de las comunidades de trabajar estos temas”, reconoció Marina.

En cuanto a la cobertura del programa, la funcionaria resaltó que “en un sistema educativo federal, la aplicación es un proceso gradual”. “Hemos avanzado en todas las regiones tradicionalmente más complejas para abordar estos temas como son el NOA, el NEA y el Cuyo”, agregó Marina.