“Mi casa estaba justo allá arriba”, señala Beatriz, con el brazo en alto, parada en el medio de la calle. En ese lugar hacia donde Beatriz dirige su brazo y su mirada ahora no hay nada. Unos metros más abajo, sobre el suelo de la esquina, están los restos de la casa donde vivía junto a sus hijos y su nieto: una montaña de chapas y maderas carbonizadas. Como consecuencia del incendio que el domingo destruyó dos conventillos en La Boca, dos chicos perdieron la vida y las once familias que vivían allí acampan en la calle, a la espera de una respuesta del Gobierno de la Ciudad, que hasta ayer sólo había hecho un registro de damnificados.

“Hasta ahora hemos recibido solamente la ayuda de los vecinos”, subraya Beatriz, una de las inquilinas que residía en segundo piso del conventillo de Melo 586, desmoronado a causa del incendio. Los vecinos –quienes no dan sus nombres por temor a represalias– aseguran que el fuego se inició a las siete de la mañana del domingo, de manera intencional, luego de que una persona no identificada lanzara contra el edificio una bomba molotov, en el marco de un aparente ajuste de cuentas con un vendedor de drogas. El siniestro está siendo investigado por la Fiscalía de Instrucción Nº 11, a cargo de Juan Andrés Necol. “Escuché una discusión en la calle, y al rato empecé a sentir un ruido parecido a la lluvia”, relata Beatriz. Fueron sus hijos quienes le advirtieron del incendio y de esa manera lograron escapar a tiempo. “Salí como estaba, en camisón. En ese momento lo único que pensé fue en la vida de mis hijos”, cuenta la mujer.

Las familias acampaban ayer en la calle, en espera de una respuesta del gobierno de Mauricio Macri. “Queremos una solución. Parece que nos van a ofrecer un subsidio, pero nosotros queremos volver a vivir en este mismo lugar, queremos que nos den los materiales para construir”, dijo Rogelio, uno de los damnificados. El programa Buenos Aires Presente (BAP) les prometió un subsidio de 1800 pesos por tres meses, a pagar en una vez.

“Necesitamos baños químicos, un lugar donde poder asearnos. La ayuda la recibimos de la gente que viene con los termos de café caliente, de las panaderías que nos regalan facturas y de personas que nos prestaron carpas”, agregó Rogelio. En la vereda se acumulaban los packs de botellas de agua, de lavandina, los pañales, las bolsas de ropa y los paquetes de yerba mate que ofrecieron los vecinos y las organizaciones barriales.

La tragedia alcanzó a dos chicos de diez y once años que no pudieron escapar del fuego. Vivían en el segundo piso, junto a sus padres y sus hermanas mellizas, de 15 años. La madre de los niños, una mujer hipoacúsica de 48 años, permanecía ayer internada y las dos hijas sobrevivientes quedaron al cuidado de una profesora.

El edificio lindero, en Melo 580, sufrió también las embates del fuego, aunque se mantuvo en pie. Ayer habitantes de ese conventillo fueron pasando de a uno, acompañados por personal de Defensa Civil, para poder rescatar alguna de las pertenencias que quedaron en medio del incendio. “Saqué algo de ropa, lo más necesario, lo que encontraba”, dijo María, con una bolsa de consorcio en la mano. “La radio estaba toda achicharrada, el colchón hecho agua, empapado; un desastre todo”, detalló la mujer.

El legislador Francisco Tito Nenna (FpV) pidió al Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires que resuelva el problema habitacional en el distrito para que la precariedad no vuelva a generar situaciones como estas. El legislador porteño precisó que 1600 familias de La Boca están en riesgo por las condiciones en las que se encuentran sus viviendas, “sin servicios mínimos”. En este marco, cuestionó al Ejecutivo porteño por haber hecho en sus siete años de gestión “un vaciamiento” del Instituto de la Vivienda de la Ciudad, y por no aplicar la Ley 341, de cooperativas, que permite que “varias familias se junten para construir o refuncionalizar sus viviendas”. El legislador porteño cuestionó también al gobierno de Mauricio Macri por haber bajado en un 24 por ciento, en el proyecto de presupuesto de 2014, la partida que se destina a Vivienda, al tiempo que también denunció “subejecución” en ese rubro. Nenna dijo que lo que se necesita en La Boca es la “refuncionalización” de las viviendas, para que los que allí viven “sigan haciéndolo y no sean expulsados”.