Un ex integrante de la Prefectura Naval Argentina, actualmente detenido, se convirtió en el principal sospechoso del asalto a la casa de una familia en Panambí, Misiones. La casa fue quemada por los atacantes, lo que provocó la muerte del matrimonio y una hija de 12 años, y heridas graves a otro hijo de 25.

Así lo confirmaron ayer fuentes cercanas a la investigación al señalar que el ex prefecto, identificado como Pablo Julio P., de 51 años, habría estado en la escena del ataque que derivó en la muerte del empresario Carlos Knack, su esposa Graciela Mojfiuk y su hija Bianca, de 12. Cristian Knack, otro hijo del matrimonio, de 25, permanece internado, aunque en grave estado, en Posadas.

Uno de los datos que comprometen al hombre serían huellas que quedaron marcadas en una caja de zapatos en la casa de los Knack, pero los investigadores no precisaron si se trata de pisadas o bien de registros dactilares que se remontan al día del ataque, el 25 de mayo pasado.

Ese día, los integrantes de la familia Knack fueron sorprendidos por al menos cuatro sujetos encapuchados y armados, que les robaron alrededor de 450 mil pesos, producto de una reciente venta de un cargamento de madera.

De acuerdo con las pericias realizadas en el lugar, los delincuentes habrían torturado a la familia para que delatara dónde guardaba el dinero. Luego, maniataron y encerraron a los cuatro en una habitación y les prendieron fuego antes de huir.

Dos días después del hecho, en la localidad de San Javier, la policía provincial realizó cuatro allanamientos y detuvo al ex prefecto y a otro sujeto con antecedentes judiciales por robo a mano armado. Posteriormente demoró a otras dos personas, entre ellas una mujer. Los últimos demorados recuperaron la libertad, pero todavía continúan las investigaciones para dar con el paradero del propietario de un taller de chapa y pintura, también de San Javier, municipio distante a unos 65 kilómetros del lugar del hecho, quien habría huido a Brasil, según la policía.

En la casa del ex prefecto se hallaron dos pistolas, un revólver y una escopeta, lo que se sumó a dos escopetas calibre 12 y una pistola 9 milímetros con silenciador, además de pasamontañas, dinero, dos granadas con detonadores, proyectiles y guantes que fueron incautados en el taller.

Las mismas fuentes señalaron que, entre los elementos secuestrados y los vestigios recuperados en el escenario del hecho, hay al menos una decena de elementos que comprometerían al ex prefecto, quien se encuentra detenido en la localidad de Oberá por orden de la jueza Alba Kunzmann de Gauchat.

Las autoridades no descartan la posibilidad de que se estaría ante una banda que habría perpetrado hechos similares en la zona central de Misiones, por lo cual consideran fundamental la aprehensión del prófugo, identificado como Marcial Alegre, de 45 años. Además, en el caso del asalto a los Knack también se investiga la participación de un supuesto “entregador”, que tenía conocimiento del resultado de la venta de madera que habría concretado recientemente la familia en la provincia de Corrientes.

Respecto del estado de salud de la cuarta víctima del asalto, el joven de 25 años, los médicos del Hospital Escuela de Agudos de Posadas informaron que se encuentra “estable, pero muy grave”, a raíz de las quemaduras que afectaron el 75 por ciento de su cuerpo.